A falta de una investigación que va a llevar varios días, incluso semanas, debido a que la extinción del incendio irá supeditada a ella para no destruir ninguna prueba relevante para el caso, el incendio de las discotecas del barrio de Las Atalayas de Murcia nos ofrece muchas incógnitas que bomberos e investigadores deberán despejar trabajando de la mano.
Los primeros datos nos revelan que el incendio de las discotecas de Murcia alcanzó unas altas temperaturas debido a las cargas térmicas de los locales y que esa fue una de las causas de la tragedia en la que murieron trece personas. El siniestro se vio agravado por el colapso de parte de la estructura, que dificultó el trabajo de localización de las víctimas a los equipos de emergencia y la extracción de las mismas.
Todas estas intervenciones se desarrollan con equipos de gestión y mando específicos, con una planificación adecuada para garantizar que los efectivos que estén en la zona puedan tener el descanso pertinente. Murcia nos ha mostrado a cuadrillas exhaustas después de varias horas de máxima exigencia. Y eso hace que tan importante sea el rescate de las víctimas como la protección de las unidades de salvamento.
El origen del incendio en este tipo de locales puede venir dado por fallos en las instalaciones o un uso deficiente de ellas, acompañados de fallos del propio edificio, como los relativos a los elementos decorativos o el uso de materiales de máxima peligrosidad, como las bengalas o los artefactos pirotécnicos.
En este caso, estamos hablando de una nave de grandes dimensiones que se ha dividido en varios locales, con lo cual sería necesario hacer una comprobación de cómo estaba toda la sectorización de los mismos, porque esa es la causa de la propagación de las llamas.
Todo local abierto al público debe contar con la licencia oportuna. Para ello tiene que presentar la documentación necesaria, como la certificación de instalaciones, montajes, salidas de emergencia, salidas de evacuación... Todo ello da un aforo que el empresario debe respetar y, además, contar con un plan de evacuación, siendo los responsables de la actividad los encargados de mantener las condiciones por las que se concedió la licencia, aún en el caso de que sea alquilado por terceros, incluso aunque se utilicen elementos no previstos, como los pirotécnicos o las bengalas.
Como usuario, lo que tendría que hacer es adquirir la entrada en un lugar oficial y conservarla hasta el final; comprobar el aforo del local, que debe estar visible en la entrada; y localizar las salidas de emergencia, identificadas por una luz fotoluminiscente. No se trata de generalizar y endurecer las medidas, sino de inspeccionar y hacer cumplir la normativa, que ya es muy exigente. En Galicia, por el momento, no hay infraestructuras de este tipo y los locales suelen cumplir con pulcritud.