Puigdemont advierte al PSOE de que tendrá que ganarse la estabilidad de la legislatura «acuerdo a acuerdo»

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Celebra que se haya incluido la figura de un verificador que «no puede ser catalán ni español» y afirma que los únicos límites los pone el Parlamento catalán

09 nov 2023 . Actualizado a las 19:01 h.

El expresidente catalán, Carles Puigdemont, indicó que en estos dos meses se ha estado «trabajando sin descanso» para fijar el marco en que España y Cataluña deben relacionarse a partir de ahora. «Hemos perdido cuatro años», señaló Puigdemont, asegurando que se deben abordar los problemas «desde puntos de vista diferentes de los que se ha hecho hasta ahora». «Iniciamos un camino incierto. No nos engañemos», dijo. «No tenemos nada más a celebrar que un acuerdo para negociar, asumiendo que esto no es la solución. No hay que levantar expectativas», afirmó.Advirtió a Sánchez que «tendrá que ganarse la estabilidad acuerdo a acuerdo» y que los únicos límites los pone el Parlamento catalán.

Se trata, según dijo, de una «etapa inédita que deberemos saber explotar». No habrá, sostuvo, «ningún otro límite que la voluntad del pueblo de Cataluña a través del Parlamento catalán». «Solo el Parlamento puede representar a Cataluña y cuando habla no es el partido ganador de las elecciones el que habla», añadió respecto a ERC.

«Los únicos límites los pone el Parlamento, nadie más» insistió. Puigdemont recalcó que el referendo del 1-O no es un delito y que el acuerdo «contiene una ley de amnistía con la voluntad de no dejar atrás a nadie».

Se trata, insistió, de «devolver la política lo que es de la política». Celebró también que se excluya lo que denominó «guerra» legal de Estado español contra Cataluña. «Las víctimas tenemos derecho a saber la verdad de una persecución política para que no vuelva a pasar».

El conflicto, según Puigdemont, «no viene de la actuación represora del Estado en el 2017, ni del déficit fiscal, ni de la persecución de nuestra lengua», afirmó, añadiendo que «la convivencia política con España ha llegado a ser insoportable». «Hemos buscado el reconocimiento nacional con un resultado decepcionante. Ese es el corazón del problema». A partir de ahora, según dijo, «la persecución es un relato compartido». «Es un hecho que una parte de la sociedad catalana no se siente representada por el sistema político español», enfatizó.

«Todos los intentos para solucionar de buena fe los déficits han acabado con cárcel y exilios», sostuvo, y propuso «un cambio de enfoque en la narrativa policial hasta ahora». «Sin esto nadie podrá resistir el paso del tiempo. A partir de ahora, los acuerdos deben ser irreversibles», afirmó.

«Somos honestos a la hora de fijar la distancia que nos separa», indicó, agradeciendo al PSOE que haya «reconocido las dificultades que hemos encontrado y las que nos vanos a encontrar». «Es difícil hacer tratos con quienes consideran que eso es terrorismo y te pide que le ayudes a gobernar», recalcó.

Hay dos condiciones previas a partir de ahora. «Una eliminación del independentismo como objetivo de las fuerzas de seguridad con la supresión de toda referencia al independentismo en el ámbito de Europol». Y segundo, las comisiones de investigación sobre la supuesta persecución política ilegal de la policía. «No nos fiamos de las palabras ni de las promesas. Llevamos muchos años de incumplimientos como para que ahora pensemos que van a cumplir y no nos van a utilizar solo nuestros votos», afirmó Puigdemont.

El verificador que se pacta para las negociaciones «no puede ser ni catalán ni español», según Puigdemont, y debe ser una figura internacional que trabaje con el mínimo protagonismo público, pero con una gran responsabilidad. Y las negociaciiones en las que participará el propio Puigdemont no se podrán celebrar «en el Estado español»