Otegi atribuye a un supuesto «lawfare judicial» que la violencia de ETA perdurara

Ander Balanzategi SAN SEBASTIÁN / COLPISA

ESPAÑA

Arnaldo Otegi en una rueda de prensa.
Arnaldo Otegi en una rueda de prensa. Javier Etxezarreta | EFE

Para el líder de la izquierda abertzale existió un segundo objetivo que era «neutralizar la potencialidad política de la izquierda independentista para siempre»

18 ene 2024 . Actualizado a las 23:40 h.

Tras el carpetazo por el Tribunal Constitucional al caso Bateragune, Arnaldo Otegi, coordinador general de EH Bildu, cargó ayer con dureza contra el proceso judicial que le llevó a la cárcel junto Arkaitz Rodríguez, Miren Zabaleta, Rafael Díez Usabiaga y Sonia Jacinto. Consideró que las condenas fue una maniobra de lawfare —uso de acciones judiciales para causar problemas a un oponente— «que ha fracasado» y que junto a sus compañeros de partido fue detenido «porque el Estado quería impedir que la violencia de ETA saliese de la ecuación política del país».

Ahora se abre la posibilidad de que reclamen indemnizaciones. El líder de EH Bildu explicó que durante los 15 años en los que se prolongó el proceso deja de manifiesto una «una historia de lawfare». Una cuestión de la que ahora «se habla mucho en Cataluña, donde se ven estrategias judiciales y policiales como han ocurrido en Euskal Herria».

Una estrategia política

Respecto al caso Bateragune Otegi lo tiene claro: «Fuimos detenidos para que la izquierda abertzale no cambiase su estrategia y creásemos un nuevo escenario».

Y cree que eso es «muy duro, pero es verdad». Asimismo, añadió que «no había razones jurídicas, solo estrategia política» y que «los cierres de periódicos y las torturas fueron parte de todo esto». Otegi también recordó ayer que los encausados, al igual que «muchos euskaldunes y abertzales, conocen las tendencias del espacio judicial español», y zanjó que esta es una situación «excepcional». «No estamos acostumbrados a recibir la razón por parte de los tribunales españoles», remató.

Para el líder de la izquierda abertzale existió un segundo objetivo que era «neutralizar la potencialidad política de la izquierda independentista para siempre». A modo de ejemplo resaltó que Arkaitz Rodríguez, secretario general de Sortu, pasó 10 años en la cárcel y «siempre ha sido absuelto». También recordó que a él le dieron «la razón en Estrasburgo dos veces, el único caso en Europa». Eso, concluyó Otegi, es «violencia policial».