El prior de los benedictinos, Santiago Cantera, ha avanzado que los religiosos solo abandonarán el convento si la orden llega desde El Vaticano
01 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Tras las exhumaciones de los restos de Franco y de Primo de Rivera, y comenzar los trámites para la ilegalización de la Fundación Francisco Franco, el Gobierno inicia el proceso para la expulsión de los monjes benedictinos que residen en el antiguo Valle de los Caídos, rebautizado en el 2022 como de Cuelgamuros.
El Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática ha convocado para este martes la primera reunión de la comisión que deberá encauzar el desalojo de los religiosos con todas las garantías legales. «Los benedictinos no pueden estar en ese emplazamiento y así lo haremos», prometió el ministro Víctor Ángel Torres ante el Senado la semana pasada. El Gobierno se basa en la Ley de Memoria Democrática aprobada en octubre del 2022 y que en su artículo 54 establece que, tras la aprobación de un decreto por parte del Gobierno, «se declarará extinguida la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, por resultar incompatibles sus fines con los valores constitucionales».
El desalojo, en cualquier caso, no será inmediato y podría alargarse años. El prior de los benedictinos, Santiago Cantera, ha avanzado que los religiosos solo abandonarán Cuelgamuros si la orden llega desde El Vaticano, de quien dependen estos monjes.
El prior de Cuelgamuros había llegado a comunicar al Ejecutivo de Sánchez que no permitiría el acceso de los operarios a la basílica donde se encontraba la tumba de Franco. Finalmente acató las directrices de la Santa Sede pero dejó clara su voluntad de pelear contra lo que cree profanaciones a un recinto religioso.