Admite que la financiación singular de Cataluña tendrá «algunos elementos que tienen que ver con los clásicos convenios vasco y navarro»
26 sep 2024 . Actualizado a las 20:30 h.La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, admitió este jueves que la financiación singular de Cataluña tendrá «algunos elementos que tienen que ver con los clásicos convenios vasco y navarro» aunque se trata de algo «nuevo» que «no tiene etiqueta» y algunos lo pueden llamar «concierto económico solidario» y otros «reforma del modelo de financiación». La ministra compareció en el Congreso para explicar esa financiación singular para Cataluña pactada entre el Ejecutivo y ERC a cambio de del apoyo de los republicanos a la investidura del socialista Salvador Illa.
Montero no dio ningún detalle, sin embargo, sobre cómo se articulará la cuota de solidaridad que deberá aportar Cataluña para el resto de comunidades, que es la clave de ese debate político.
La vicepresidenta dedicó la mayor parte de su intervención a criticar al PP por rechazar unos objetivos de déficit que implican un aumento de 12.000 millones de euros en la financiación de autonomías y ayuntamientos. «Es transparente y se puede leer», dijo sobre el acuerdo con ERC que, según indicó, «no supone ninguna quiebra del sistema territorial». Recordó que en ese pacto se habla de solidaridad e insistió en que esa financiación singular es compatible con la negociación multilateral con el esto de autonomías, que también tienen sus propias singularidades.
«Una financiación justa y singular es compatible con una contribución equitativa a los gastos del Estado y a la solidaridad entre territorios», explicó la ministra, que aseguró que «los servicios a los ciudadanos deben ser similares en todos los territorios y lo mismo el esfuerzo fiscal».
Carga contra el PP
«Lo único que podemos decir es que este debate el PP no lo utiliza de forma seria, sino para la confrontación porque ustedes contra Cataluña viven mejor», dijo dirigiéndose a la bancada popular. «No pueden soportar que la política del reencuentro esté dando resultados, que hayamos superado la fractura del procés y que hoy haya un presidente catalán socialista.
El PP rebatió esos argumentos por boca de su portavoz económico, Juan Bravo, que tachó de «traición» la decisión del Gobierno y calificó de «chantaje» la presión al PP para que la acepte.
Pero el debate sirvió también para que los portavoces de Junts y ERC mantuvieran un duro intercambio de acusaciones. El diputado de ERC Gabriel Rufián acusó a Junts de lo que consideró una actitud «miserable», mientras que el juntero Josep Maria Cruset respondió criticando las formas de «chulo de barra de bar» utilizadas por Rufián.
El portavoz de los republicanos reprochó a Junts que llame a ERC «pagafantas» del Gobierno y que traslade la idea de que votan «a favor de cosas a cambio de nada». Explicó que ERC ha votado a favor del 89 % de las medidas del Gobierno «después de negociarlo todo», mientras que Junts ha apoyado el 86 % «sin negociar absolutamente nada». Cruset aseguró que el Gobierno y ERC mienten sobre el acuerdo porque Cataluña no ha conseguido «ni concierto económico, ni financiación singular, ni soberanía fiscal, ni la llave de la caja».
El BNG se suma a Puigdemont y dice que todas las comunidades quieren más
«Todos queremos más». Eso es lo que planteó el diputado del BNG Néstor Rego. El portavoz del Bloque saludó que exista una posición favorable a un reparto más equitativo entre el Estado, las comunidades autónomas y los ayuntamientos» que ahora es, a su juicio, absolutamente desequilibrado. Aseguró que lo que desean es que pueda haber Presupuestos y trabajarán en esa dirección. «Reclamamos soberanía fiscal e, no inmediato, un sistema de concerto» que de a Galicia «capacidade normativa e de recadación», explicó, asegurando que eso es lo que figura en el pacto de investidura con el Gobierno.