Sumar se resigna a ocupar un segundo plano tras la «bomba nuclear» de Errejón

Miguel Ángel Alfonso MADRID / COLPISA

ESPAÑA

La vicepresidenta Yolanda Díaz, los ministros de Sumar, Sira Rego y Ernest Urtasun, y el portavoz de la formación en el Congreso, Íñigo Errejón, tras un pleno en el Congreso
La vicepresidenta Yolanda Díaz, los ministros de Sumar, Sira Rego y Ernest Urtasun, y el portavoz de la formación en el Congreso, Íñigo Errejón, tras un pleno en el Congreso Borja Sánchez-Trillo | EFE

El proyecto de Yolanda Díaz se ve comprometido tras la salida de su portavoz en el Congreso mientras IU discute a la líder gallega: «Necesita mejorar».

16 nov 2024 . Actualizado a las 14:09 h.

 «Es un momento devastador para la coalición. Toca cambiar y darle la vuelta como un calcetín». Como reconocen en Izquierda Unida, las formaciones que componen el grupo parlamentario de Sumar viven su momento más delicado desde las generales del 23J tras el escándalo por la dimisión de Íñigo Errejón entre acusaciones de acoso sexual a mujeres. Una «bomba nuclear», en palabras del secretario general del grupo parlamentario, Txema Guijarro, que ha impactado especialmente en Movimiento Sumar, el partido que fundó Yolanda Díaz y que renunció a seguir liderando el 9 de junio tras los malos resultados del último ciclo electoral (Galicia, País Vasco, Cataluña y la Unión Europea).

Operando bajo una dirección interina y colegiada desde el verano, la organización de la vicepresidenta segunda se resigna a ocupar un segundo plano dentro de un espacio político que aspiró a aglutinar bajo su marca. El poder de convocatoria que llegó a ostentar Díaz cuando anunció su candidatura a la Moncloa en el Magariños en abril del 2023 se ha visto mermado por los últimos acontecimientos, incluso entre sus aliados. «Como ministra es la mejor, pero necesita mejorar», señaló el líder de IU, Antonio Maíllo, este lunes en un desayuno informativo. Luego apostillo que la líder gallega «no está en cuestión», pero el mensaje ya había alcanzado, de forma meridiana, su destinataria tras meses reclamando una reestructuración para hacer más «horizontal y democrática» la toma de decisiones en el grupo parlamentario en el Congreso.

El dardo llegó, además, en un momento crítico para Movimiento Sumar. El propio Errejón iba a ser el encargado de elaborar la ponencia política en la asamblea que la formación magenta tenía previsto organizar el 14 y el 15 de diciembre y con la que la formación iba a marcar la nueva hoja de ruta. Pero el día antes, y en vista de los acontecimientos, el grupo coordinador de la plataforma retrasó el cónclave a finales de marzo, momento en el que, como aspiran, la política española atravesará «otro contexto».

Pero el debate sobre el fin de la hegemonía del partido de Díaz ya estaba sobre la mesa la semana anterior, cuando los 27 diputados que forman parte de la bancada de Sumar -que se reparten entre IU, los comunes, Movimiento Sumar, Más Madrid, Compromís y la Xunta Aragonesista- celebraron dos intensas reuniones en el Congreso para reestructurar los equilibrios parlamentarios.

Los de Díaz mantuvieron la portavocía con la diputada por Pontevedra, Verónica Martínez Barbero. Sustituirá a Errejón apenas nueve meses después del nombramiento de este. Sin embargo, IU exige otras concesiones, como cambiar el nombre del grupo parlamentario para que no coincida con el de Movimiento Sumar «pues en la confusión del todo con la parte tenemos un problema político», reivindica. Una petición que en el partido de Díaz creen que «ahora no toca». A cambio, cederán una portavocía adjunta a IU en el Congreso y acceso a la comisión de secretos oficiales Desde las últimas generales, Movimiento Sumar ha pasado por un vía crucis repartido en tres ejes: electoral -malos resultados-, interno -el caso Errejón y la disputa en el espacio político- y parlamentario. Este último, agravado por la falta de Presupuestos y la disputa con Podemos. La exministra de Igualdad Irene Montero ajusta cuentas en su último libro, Algo habremos hecho, y sostiene que ungir a Díaz fue «el mayor error» de su partido.