UGT insta al Gobierno a cumplir los acuerdos de la investidura tras la reunión con Puigdemont

Xavier Gual BARCELONA / E. LA VOZ

ESPAÑA

Pepe Álvarez, secretario general de la UGT y Carles Puigdemont en Waterloo
Pepe Álvarez, secretario general de la UGT y Carles Puigdemont en Waterloo Gonzalo García Moreno | EFE

Los letrados del Congreso avalan que la Mesa tramite la cuestión de confianza planteada por Junts

17 dic 2024 . Actualizado a las 09:27 h.

La razón oficial de la visita era sumar apoyos a la reducción de la semana laboral, pero José María Álvarez y Carles Puigdemont hablaron ayer en Waterloo de algo más que de jornadas de trabajo. El líder de UGT, asturiano de nacimiento, pero catalán de adopción, se trajo de Bélgica una idea clara: que los acuerdos de la investidura rubricados por el PSOE con Junts hace poco más de un año «hay que cumplirlos, porque es un buen camino para poder continuar la legislatura con buen pie». Álvarez y el secretario general del sindicato en Cataluña, Camil Ros, viajaron al refugio del expresidente de la Generalitat en Bélgica con la intención de recabar el apoyo de los independentistas a la semana laboral de 37,5 horas, después del visto bueno de los nacionalistas vascos, logrado en octubre. Aunque no consiguieron arrancarle el sí, se mostraron optimistas al término de la reunión de hora y media en Waterloo.

El encuentro había generado gran expectación tras el ultimátum de Junts a Sánchez para que se someta a una cuestión de confianza, si bien el dirigente sindical quiso dejar claro que «no hemos preguntado a nadie para venir, no llevamos ninguna agenda que no sea la del sindicato, porque además nadie nos lo ha pedido». No obstante, Álvarez admitió haber hablado con Puigdemont de la cuestión de confianza planteada por los independentistas para seguir apoyando al PSOE. «Creo que hay una cuestión que tiene que acabar de cerrar el Gobierno con Junts», dijo. Y se atrevió incluso a aventurar que «parece que se abrirán perspectivas de negociación del resto de cuestiones que puedan permitir continuar la legislatura». 

En manos de la Mesa

En contra del criterio del PSOE y de Sumar, que defienden que una cuestión de confianza solo la puede presentar el presidente del Gobierno, los letrados del Congreso no ven problema alguno para que la Mesa admita a trámite este martes la proposición no de ley registrada por Junts y que insta a Sánchez a someterse a una cuestión de confianza. Así, no ven inconveniente en que el órgano que rige la Cámara le dé luz verde. Si llega al Pleno y es aprobada «carecerá de impacto jurídico», dicen. En un informe no vinculante de 14 páginas, los servicios jurídicos constatan que no hay precedentes de iniciativas en las que se inste al Gobierno a presentar una cuestión de confianza, una herramienta constitucional que solo se puede activar desde la Moncloa. Por lo que aseguran que «corresponde a la Mesa fijar criterio». Por tanto, PSOE y Sumar, con mayoría en este órgano, tendrán en su mano la posibilidad de admitir la propuesta, pedir a los posconvergentes que la reformulen o vetarla.

Ya han dicho que no la apoyarán al no ver motivos para hacerlo. Tampoco están por la labor sus aliados de ERC, con Oriol Junqueras de nuevo al frente. «Nosotros no tenemos ningún interés ni ninguna urgencia para que gobierne el PP con Vox», manifestó ayer en TV3, si bien exigió que «el Partido Socialista cumpla sus compromisos».

Puigdemont advirtió el pasado sábado en la reunión del consejo nacional de Junts de la necesidad de «prepararse» para «asumir los costes» que pueda acarrear una posible ruptura con los socialistas. Su principal as en la manga es la negociación de los Presupuestos del 2025, que quiere utilizar como moneda de cambio para conseguir nuevas cesiones en políticas de inmigración, en inversiones públicas en la comunidad y el cupo catalán.

ERC eleva el tono de sus reclamaciones a los socialistas tras la vuelta de Junqueras 

Primero fue Puigdemont y ahora le sigue Oriol Junqueras. Esquerra Republicana elevará también el tono de sus reclamaciones a los socialistas en Cataluña y en el conjunto del Estado, tras el congreso que ha devuelto el liderazgo del partido al exvicepresidente de la Generalitat, condenado y luego indultado por los hechos del procés. Si algo han compartido las dos facciones enfrentadas en los últimos seis meses es que los republicanos deben ser todavía más exigentes con PSC y PSOE, y hacer valer los votos de sus siete diputados en el Congreso y 20 en el Parlamento catalán. Al menos tanto como lo hace el líder de Junts desde Waterloo. La nueva secretaria general y portavoz del partido, Elisenda Alamany, lo resumió así: «Esquerra ha vuelto y se hará respetar». Por lo pronto, Alamany descartó abrir negociaciones con Illa para aprobar los presupuestos de la Generalitat. «Todavía no hay equipo negociador porque no hay negociación», sentenció. Los republicanos no negociarán nada si antes no ven avances en los acuerdos alcanzados en agosto para la investidura del primer secretario del PSC. Algo que también sirve de aviso a Pedro Sánchez: «Uno no se puede aventurar a nuevos acuerdos si no se cumplen; los socialistas gobiernan en todas partes y ahora no hay excusa, esta presión la tiene que sentir el PSOE, no nosotros», concluyó la mano derecha de Junqueras, que desde este lunes ocupa el rol que ejerció Marta Rovira durante los últimos 13 años.