Sánchez expresó su «solidaridad» a Ábalos tras «los infundios» publicados contra él

ESPAÑA
El exministro habría asegurado que tiene información «para hacer caer al Gobierno»
13 may 2025 . Actualizado a las 11:24 h.La publicación de los mensajes de WhatsApp entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el exsecretario de organización del PSOE y exministro de Transportes José Luis Ábalos, correspondientes a los años 2020 y 2021, en los que se criticaba duramente a los barones socialistas que se apartaban del discurso oficial generó este lunes reacciones de los propios afectados y también de varios dirigentes del PP. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, al que Sánchez ordena a Ábalos en uno de los mensajes publicados por el diario El Mundo que consiga que «deje de tocar los cojones» tras haber cuestionado el indulto a los presos independentistas catalanes, aseguró que siempre reclamará «la mayor dosis posible de autocrítica» y de «tolerancia a las discrepancias». Page aseguró que aceptaría cualquier tipo de descalificación «si a cambio de aguantar eso se dejara de pactar con independentistas o con quienes desnaturalizan al PSOE».
El presidente castellanomanchego afirmó que, a pesar de lo que Sánchez decía en sus mensajes, con Ábalos apenas tuvo problemas. «A lo mejor se trataba de que ya me daban por perdido o si me veían a la cara, podrían llegar a la conclusión de que no soy de los que cambian de opinión todos los días. A lo mejor es mi defecto», insistió. Lo que sí aseguró es que el cruce de mensajes entre Sánchez y Ábalos demuestra que eran «uña y carne».
El expresidente aragonés Javier Lambán, al que Sánchez trata de «petardo» en uno de los mensajes a Ábalos, se mostró más crítico y aseguró que el líder del PSOE le llamó por teléfono en varias ocasiones para reprocharle sus palabras. Y, al respecto, destacó que le sorprendió «la ira y la pérdida de control» del presidente del Gobierno durante esas conversaciones. Sin embargo, añadió que los contactos con Ábalos eran «cordiales». Lambán cuestionó la «obsesión enfermiza» de Sánchez por tener controlados a los barones y decirles lo que tenían que «pensar y decir», confundiendo a los dirigentes autonómicos «con delegados del Gobierno».
También la expresidenta andaluza Susana Díaz, sobre la que Sánchez comenta a Ábalos que estaba «jodida» en noviembre de 2020, cuando era aún la líder del PSOE andaluz pero ya no gobernaba la Junta, dijo este lunes que es ahora cuando se siente «jodida» tras leer lo que Sánchez decía de ella. «Una cosa es que te cuenten, que te digan, y otra es verlo así por escrito», señaló.
Sánchez le echa «de menos»
Pero El Mundo publicó este lunes otra tanda de mensajes en los que Sánchez se dirigía a Ábalos en noviembre del 2021, una vez que el exministro de Transportes había sido ya destituido sin mayores explicaciones. En ellos, Sánchez traslada a Ábalos su «solidaridad» ante «los infundios que, por desgracia, estamos viendo en los medios». Los mensajes muestran que la relación entre ambos se mantenía una vez que Ábalos había sido destituido en el Gobierno y en el partido. Ya en julio del 2023, Sánchez le dice a Ábalos que ha «echado de menos» trabajar con él porque siempre ha valorado mucho su «criterio político» y «su amistad».
Críticas de Feijoo
El diario El Español publicó este lunes que Ábalos asegura tener documentación e información sensible sobre Sánchez. «Si hablo, puedo hacer caer el Gobierno» habría dicho el exministro. La publicación de los mensajes sería así una advertencia a Sánchez de que está dispuesto a hacer públicos otros que comprometen más gravemente al jefe del Ejecutivo.
Desde el PP, su secretaria general, Cuca Gamarra, aseguró que los mensajes demuestran que Sánchez «lo sabía todo y lo tapó», en referencia a las presuntas ilegalidades de Ábalos, asegurando que su cese como ministro «tapó un gran escándalo». El líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, lamentó que el Gobierno y el PSOE estén más preocupados «por los wasaps que por el apagón o el caos en Renfe» e ironizó diciendo que para él ninguno de sus líderes autonómicos son «ni petardos, ni hipócritas, ni impresentables. Son compañeros, amigos y servidores del Estado».
El Gobierno ignoró el contenido de esos mensajes y se centró en denunciar la filtración de conversaciones privadas entre Sánchez y Ábalos.
Del «Luis, sé fuerte» al control del Supremo «desde detrás»
Los mensajes privados a través del teléfono móvil son un arma muy peligrosa que nadie puede saber si algún día serán utilizados en su contra. Antes de que se hayan publicado los wasaps entre Sánchez y Ábalos, ya hubo casos en los que lo escrito se ha vuelto contra el autor. El caso más evidente es el del expresidente del Gobierno Mariano Rajoy y su cruce de mensajes SMS con el extesorero del PP Luis Bárcenas. «Luis, sé fuerte» le pedía el entonces jefe del Ejecutivo a quien había sido máximo responsable de las finanzas del partido, una vez que ya se conocían sus entonces presuntos delitos. Bárcenas filtró luego esos mensajes con la intención de presionar a Rajoy y a la cúpula del PP para que hicieran todo lo posible para librarle de la cárcel.
Otro caso de publicación de mensajes privados es el del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, quien en varios wasaps ordenaba hacer públicos los correos del novio de Isabel Díaz Ayuso, Alberto González Amador, en los que admitía la comisión de dos delitos fiscales. Otro caso célebre fue el mensaje enviado en 2018 por el entonces portavoz del PP en el Senado Ignacio Cosidó, a su grupo parlamentario, en el que defendía el acuerdo alcanzado con el PSOE para renovar el Consejo General del Poder Judicial. Cosidó aseguraba que con ese pacto «controlaremos la Sala Segunda [del Supremo] desde detrás». Algo que al fin dio al traste con el acuerdo.