Ábalos lo niega todo y dice que no se reconoce en los audios difundidos

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

El exministro de Transportes José Luis Ábalos a su salida del Tribunal Supremo en Madrid.
El exministro de Transportes José Luis Ábalos a su salida del Tribunal Supremo en Madrid. RODRIGO JIMÉNEZ / EFE

La amenaza de Koldo le disuadió de su intención de colaborar con la Fiscalía y ser un arrepentido

23 jun 2025 . Actualizado a las 18:45 h.

El exministro de Transportes y exsecretario de organización del PSOE José Luis Ábalos, y quien fue su asesor, Koldo García, quedaron este lunes en libertad sin que les aplicaran nuevas medidas cautelares tras comparecer ante el juez del Tribunal Supremo Leopoldo Puente. Ábalos, después de haber mantenido contactos con la Fiscalía en los que se planteaba colaborar con la Justicia, cambio de estrategia y pasó a negarlo todo.

El exministro había valorado convertirse en un arrepentido, al estilo del modelo anti-mafia para tratar de obtener beneficios a cambio de tirar de la manta.

Pero Ábalos y Koldo se reunieron el domingo con el abogado del primero y ahí el exasesor advirtió de que cualquier «salida individual» acabaría con un fuego cruzado en el que «todo el mundo iba a salir malparado». Koldo advirtió a su exjefe de la necesidad de mantener una estrategia común y evitar un enfrentamiento mutuo. Ábalos llegó a confesar en la cadena Ser que estaba dispuesto a llegar a un pacto con Anticorrupción, dijo sentirse traicionado por Koldo y que había acabado como el «imbécil de todo esto», siendo «utilizado» por Cerdán y Koldo. Pero finalmente, ante el juez Ábalos exoneró Koldo y también a Cerdán. Aseguró además ante el magistrado que no se reconocía en los audios difundidos y se desmarcó de cualquier trama corrupta. 

Koldo no declara

Koldo García, por su parte, después de haber intentado posponer su comparecencia ante el juez, se acogió finalmente a su derecho a no declarar, sin cargar tampoco, por lo tanto, ni contra Ábalos ni contra Santos Cerdán. Ábalos negó en su declaración, en la que solo contestó a las preguntas del juez y de la Fiscalía, que Cerdán influyera de ninguna manera en el enchufe de personas recomendadas por él en el ministerio, en contra de lo que sugieren los informes de la UCO. Y aseguró que los audios que el propio juez le leyó pueden estar manipulados, tratando de desacreditar así la principal fuente de indicios contra él. «Recuerdo alguna conversación que me resulta familiar, pero no en ese contexto», es lo más que llegó a admitir.

«Hay un audio que me ha hecho mucho daño sobre unas señoritas. Es un audio que no tiene relevancia penal, pero que me ha hecho mucho daño público», señaló Ábalos, que en todo momento dijo no encontrarse en buena situación anímica. «Tengo intención de colaborar con la Fiscalía, pero estoy viviendo una situación muy tensa desde el punto de personal. Tengo la casa vandalizada», dijo en otro momento.

Respecto al disco duro que una mujer que se encontraba en su casa en el momento del último registro trató de ocultar, le restó trascendencia y dijo que es una copia parcial de información que ya tiene la Guardia Civil. «Tendrá algo más de carácter personal y algo de mi actividad parlamentaria. No hay nada distinto», sostuvo. Y en cuanto a la adjudicación de obras que la UCO considera manipuladas, dijo que la adjudicación no era su «cometido». «No estaba al tanto de estas cuestiones. Las cuestiones técnicas las tienen que firmar los técnicos. Los ministros no firman nada», aseguró. 

Rescate de Air Europa

El magistrado le preguntó también por el rescate de la compañía aérea Air Europa y si tenía alguna explicación para el empresario Víctor de Aldama manejara con antelación una nota de prensa que se iba a distribuir desde el ministerio para anunciarlo. Ábalos, una vez más, se desentendió del asunto y explicó que él no se dedicaba hacer notas de prensa ya que eso era función del secretario de Estado.

Tras la comparecencia de ambos, el magistrado Leopoldo Puente celebró una vistilla para decidir si imponía medidas cautelares adicionales a los dos investigados. Las acusaciones populares, representadas por el PP, habían pedido el ingreso en prisión para ambos. La Fiscalía pidió que se mantuvieran las medidas cautelares que ya pesan contra ellos, como la retirada del pasaporte y la obligación de comparecer cada quince días ante el juzgado. Algo a lo que el juez accedió finalmente.