
Planteará aumentar los controles en la contratación de obra pública e incrementar las penas
07 jul 2025 . Actualizado a las 08:22 h.Pedro Sánchez afronta una nueva semana de alta tensión donde testará el apoyo de sus socios parlamentarios en la comparecencia prevista para este miércoles sobre los casos Koldo, Ábalos y Cerdán que maltratan al PSOE. Será una dura prueba en la que tendrá que convencer con su explicaciones que lo sucedido es solo un oscuro asunto de «tres golfos» como afirman desde el partido en un cierre de filas con su líder, y que no hay financiación irregular, la línea roja establecida por sus socios para finiquitar la legislatura.
Sánchez jugará en un territorio hostil, diferente al de el comité federal celebrado el sábado, en donde solo se escuchó públicamente la voz crítica de Emiliano García-Page, el único altavoz que públicamente muestra su disidencia con el líder socialista y al que sus compañeros de partido acusan de alinearse con el PP por reclamar una moción de confianza o un adelanto electoral para zanjar la crisis. El presidente del Gobierno se encontrará a una oposición envalentonada, con Alberto Núñez Feijoo reafirmado como el líder —«tuyo es el partido», le dijo este domingo Ayuso— que debe llevar al PP de nuevo a la Moncloa.
En el pasado comité federal, Sánchez planteó trece medidas de carácter interno para intentar prevenir y erradicar la corrupción. En la sesión del miércoles en el Congreso se esperan más reformas de carácter legislativo que de seguro anunciará el presidente del Gobierno para intentar capear el temporal. Fuentes de Moncloa indicaron a Efe que irán encaminadas al endurecimiento de las penas por estos delitos y a fortalecer las garantías para que las empresas corruptoras no puedan volver a contratar con la administración pública, aunque precisan que la legislación actual ya es bastante firme en ese sentido. Desde el Gobierno dan por hecho que la oposición tildará de insuficiente el plan de choque, pero confían en que los socios las reciban bien. En principio el Ejecutivo no prevé poner fin a los aforamientos como pide Sumar, pero estima que entre las medidas internas anunciadas por Sánchez en el comité federal socialista y las que compartirá el miércoles puedan convencer a todos los socios.
Las mismas fuentes descartan por el momento una remodelación del Gobierno tal y como dijo Sánchez en su primera comparecencia en Ferraz tras estallar el caso de Cerdán, algo que algunas voces empiezan a ver con buenos ojos ante la necesidad de mandar un mensaje de que el Ejecutivo está intentando pasar de página de este asunto.
A la espera de la batería de reformas está el socio de Gobierno del PSOE, Sumar, después de que ambas formaciones mantuviera esta semana una reunión cordial, según los socialistas, pero que para los de la vicepresidenta Yolanda Díaz no supuso ningún avance. Así, en Sumar esperan más anuncios de medidas de regeneración democrática porque contra la corrupción «no valen paños calientes», según dijo la vicepresidenta segunda.
En el hemiciclo encontrará también la crítica dura de varios socios de investidura, como Podemos o ERC, que aguardan también medidas definitivas contra estos comportamientos así como un empujón en la agenda social que pueda cambiar el ritmo de la legislatura y hacer que esta dure hasta el 2027.
A su vez, Junts y PNV estarán atentos a la intervención de Sánchez. Los de Carles Puigdemont no han sido en esta ocasión los más críticos con el Gobierno, pero han visto la posibilidad de poder sacar tajada y han reclamado un Consejo del Poder Judicial catalán y suprimir la Audiencia Nacional. Por su parte, el PNV ha pedido a Sánchez «un discurso sincero» y «pruebas» para llegar a «delimitar claramente» las implicaciones de los casos de Koldo, Ábalos y Cerdán para seguir dándole su apoyo.
Sumar avisa que no basta con resistir «sin hacer nada»
El ministro de Cultura y dirigente de Sumar, Ernest Urtasun advirtió ayer al PSOE de que, tras los casos de supuesta corrupción en el partido, no basta con solo «resistir» ni con «alargar la legislatura de forma agónica sin hacer nada». Urtasun lanzó este mensaje en la clausura del congreso de Barcelona En Comú (BComú) este domingo, tras el cónclave del PSOE marcado por los casos de corrupción de exdirigentes socialistas que se están investigando.
En su discurso, Urtasun admitió que, para el espacio de Sumar y Comuns, la solución a la actual situación del PSOE «jamás va a pasar por darle el Gobierno a los de la Gürtel y a los de la extrema derecha», dijo en alusión al PP y Vox, respectivamente. Urtasun dijo que Sumar tiene sus propios planes «para desarrollar un agenda contra la corrupción en el Gobierno, en el Congreso y en todos los espacios institucionales» donde pueda influir el partido. «No vamos a esperar al PSOE; vamos a liderar al regeneración democrática y social que este país merece, con toda nuestra fuerza», dijo.
En el congreso de Comuns, que este fin de semana se han reunido para actualizar su proyecto para Barcelona, Urtasun afirmó que es «un buen escenario para dar un mensaje firme contra la corrupción». «He escuchado a algunos dirigentes socialistas decir que la corrupción cero no existe; queremos decir que sí existe y que la prueba es Barcelona En Comú (BComú), que en diez años -desde su fundación- no ha tenido ni un caso de corrupción», afirmó. El ministro de Cultura puso como ejemplo la gestión «impoluta» de Ada Colau cuando era alcaldesa de la ciudad condal y denunció que, por llevar a cabo determinadas transformaciones, recibió «ataques de poderes económicos» en forma de querellas.