El cura de Valdepeñas y su alegato en defensa del trabajo de los temporeros: «Si el jornal son ocho horas, son ocho horas, no son 12»

Iago García
I. GARCÍA LA VOZ

ESPAÑA

Emilio Monte, párroco de la Iglesia del Cristo de Valdepeñas, en Ciudad Real.
Emilio Monte, párroco de la Iglesia del Cristo de Valdepeñas, en Ciudad Real. YOUTUBE

El párroco de la localidad ciudadrealeña, Emilio Monte, aprovechó la misa del domingo para defender una mano de obra fundamental en la zona para la recogida de frutas y verduras de temporada: «Si te tengo que dar vivienda, te la daré en un sitio donde yo me pueda ir a vivir»

04 ago 2025 . Actualizado a las 20:50 h.

Entre los principios del catolicismo, figura la doctrina social de la Iglesia, enfocándose en la dignidad de la persona humana, el bien común o la solidaridad. Y no es necesario irse a la Plaza de San Pedro, al Vaticano, para que el mismísimo papa León XIV defienda desde el balcón causas sociales, entre ellas acabar con las graves desigualdades en nuestro planeta, el hambre o las guerras. A nuestro alrededor, más cerca a veces de lo que pensamos, se dan problemas sociales que merecen atención.

Por ejemplo en Valdepeñas, provincia de Ciudad Real, acuden estas semanas y hasta que empiece el otoño temporeros en masa, muchos procedentes de otros países, para colaborar en la recogida de hortalizas, verduras y frutas de temporada; incluidas uvas de cara a la vendimia, porque la región acoge una conocida denominación de origen vinícola. Pues bien, el párroco de la localidad, Emilio Monte, consciente de que a veces se producen abusos hacia estos humildes trabajadores, ha querido mandar un mensaje cargado de significado. Y es que sus palabras, pronunciadas el pasado domingo durante la misa celebrada en la Parroquia del Santísimo Cristo de la Misericordia, llevan implícita una dura crítica hacia aquellos empresarios que abusan de sus empleados. Desde el púlpito fue contundente: «Si el jornal son ocho horas, son ocho horas, no son 12. Y, si son 12, se pagan las horas extra. Porque sea gente pobre o gente humilde, no te voy a pagar 50 euros porque estés 12 horas. Te voy a dar 50 euros porque estés ocho. Y si estás 12 te pagaré las horas extra. No me aprovecharé de ti, no me aprovecharé ni siquiera en las horas».

El cura quiso añadir otras dos cuestiones que afectan al colectivo, el alojamiento que se les brinda mientras están desplazados recogiendo las cosechas y sus correspondientes y obligatorias cotizaciones a la Seguridad Social. «Si te tengo que dar vivienda, te la daré en un sitio donde yo me pueda ir a vivir. No digo el hotel Hilton, pero ni mucho menos en un sitio donde no viviría ni yo ni mis hijos», se expresó convirtiendo la homilía en un alegato a favor de estos trabajadores. «Y tercero: se les da de alta y se hace que esas personas tengan sus derechos sociales», concluyó su reclamación Monte.

Al tanto de la actualidad y las modas

No es la primera vez que el párroco alude a cuestiones de dignidad humana en las misas, con un tono directo y auténtico que acaba siendo alabado cuando sus misas acaban siendo compartidas masivamente en redes sociales. En 2020, tras la reforma del templo en Valdepeñas, no dudó en recordar a los feligreses que se habían invertido 1,1 millones de euros y lamentó la tacañería de algunos de ellos, después de ofrecerse hasta una suscripción «vía banco». «Yo no soy tonto. Yo sé quién da y quién no da», criticaba entonces.             

Poco después, lanzó un discurso contra los reality shows, programas televisivos centrados en mostrar de cerca interacciones reales de la gente, concretamente aquellos «en los que los que están ahí están solo guarrucheando». «Son cosas modernas que no llevan a nada bueno», añadía. Así es como Emilio Monte demuestra en sus sermones estar al tanto de todo lo que ocurre en el país, para brindar un mejor consejo espiritual a quienes acuden a su parroquia.