El independentismo catalán certifica su crisis con la Diada menos participativa
ESPAÑA

ANC y Òmnium llaman a la «desobediencia civil» si se aplica el fallo del TSJC contra el catalán en las escuelas
11 sep 2025 . Actualizado a las 22:16 h.La Diada en la que los independentistas tenían «más motivos que nunca», según su lema, para lograr la secesión, se saldó con una de las participaciones más bajas de la historia. Apenas 28.000 personas, según la Guardia Urbana de Barcelona, asistieron a la manifestación convocada por la ANC y Òmnium Cultural, entre gritos de «independencia» y «puta España». En Gerona la policía local contabilizó otras 12.000 y 1.500 más en Tortosa. En total, poco más de 41.000 manifestantes (los organizadores elevan la cifra a 100.000), muy lejos de los 1,5 millones de hace una década, en el 2015, en pleno auge del procés. Pese a la baja asistencia, las entidades separatistas aprovecharon la jornada para llamar a la «desobediencia civil» si se aplica el fallo del TSJC, conocido este miércoles, sobre la inmersión lingüística en las escuelas. «Desobedezcamos en las aulas, desobedezcamos en la calle y en las instituciones porque ningún juez nos debe decir en qué lengua tenemos que hablar ni qué lengua tenemos que tener. ¡Ningún juez!», exclamó el presidente de la ANC, Lluís Llach, desde la tribuna, durante la lectura del manifiesto conjunto.
La baja asistencia a la llamada «Diada Nacional de Cataluña» es un fiel reflejo del momento por el que atraviesa el secesionismo, bajo mínimos en respaldo social, perdida la Generalitat y la mayoría en el Parlamento regional, fracturado, desorientado y con un nuevo actor político al alza, la extrema derecha islamófoba de Aliança Catalana. Desde Waterloo, el prófugo expresidente catalán y líder de Junts, Carles Puigdemont, deseó a los catalanes una «buena» Diada «por la independencia y el futuro de la nación». Su número dos, Jordi Turull, cargó contra la «falsa normalidad» en Cataluña que predican los socialistas. Por su parte, Oriol Junqueras (ERC) vinculó la «lucha» por la independencia con la prosperidad económica y la justicia social: «Son una sola lucha», dijo. Se unió a la fiesta el presidente del PNV, Aitor Esteban, quien reivindicó la unión de Euskadi y Cataluña «en defensa de la soberanía y la capacidad de decidir». En la víspera, el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, apostó por una «Cataluña centrada» ante el avance de la extrema derecha y pidió la «participación plena de todos los actores políticos escogidos por los catalanes», en referencia a Puigdemont y los demás líderes del procés no amnistiados.
Polémica señera
Frente al Parlamento de Cataluña, antiguo polvorín de las tropas de Felipe V, luce desde el miércoles una gigantesca señera de 54 metros cuadrados, seis de alto por nueve de ancho. Fue izada con toda solemnidad en un acto encabezado por el presidente de la cámara, el independentista Josep Rull, de Junts; el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, y el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, también socialista. Colocada en un mástil de 25 metros, la bandera ha costado 93.000 euros y ondeará todo el año en el recinto del parque de la Ciudadela, uno de los contados resortes de poder que mantiene el partido de Puigdemont. La asociación constitucionalista Impulso Ciudadano le ha recordado por carta que su iniciativa vulnera la normativa vigente y le ha pedido que junto a la catalana ondee también la española, tal como obliga la ley.