La UE cuestiona el plan del Gobierno con China

Andrés Rey REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

Sánchez, el pasado abril junto al presidente chino, Xi Jinping.
Sánchez, el pasado abril junto al presidente chino, Xi Jinping. ANDRES MARTINEZ CASARES / POOL | EFE

El vicepresidente de la Comisión Europea para el área de Industria ve un posible error de concepto en el acercamiento de España al gigante asiático

15 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El viaje de Pedro Sánchez a China, el pasado abril, fue una apuesta. En plena guerra arancelaria con Estados Unidos —y mientras otros líderes europeos, como la italiana Giorgia Meloni, intentaban acercarse a Donald Trump—, el socialista movió ficha y volteó el tablero. Su idea era dejar aislado a Washington y unir al resto del mundo en un nuevo orden comercial, con o sin los norteamericanos. «Si EE.UU. se cierra, un Gobierno serio tiene que mirar a China», habían dicho desde el Gobierno español entonces.

Pero este domingo quedó claro que Bruselas no compra el plan. El vicepresidente de la Comisión Europea para el área de Industria, Stephane Séjourné, consideró que el «modelo» que se usa a menudo en España para favorecer las inversiones chinas en el país «no es bueno». «La solución no pasa por mantener los aranceles [sobre todo, a los vehículos eléctricos, desde el 2024], pero tampoco por que haya, por ejemplo, una fábrica a las afueras de Barcelona en la que se ensamble un coche con todos los componentes chinos: eso genera empleo de baja calidad y no supone ningún valor añadido a la industria europea», explicó.

Sin ir más lejos, la multinacional china Chery anunció el año pasado que tomaría las riendas de la antigua fábrica de Nissan en Barcelona, con la previsión de alcanzar los 3.000 empleados y producir unos 20.000 vehículos para el 2030.

El caso de Francia

Séjourné apostó por negociar «una transferencia de competencias, por ejemplo, sobre las baterías», para aprovechar el potencial de las empresas comunitarias. Le gustaría intentar que haya un mínimo del «60 % de componentes europeos en los automóviles» ensamblados en fábricas chinas en países de la UE.

El vicepresidente del ejecutivo europeo recordó lo ocurrido con Francia y las centrales nucleares. A finales de los ochenta, el Gobierno galo firmó una serie de acuerdos con Pekín para transferir tecnología de reactores atómicos. Francia vendió componentes, formó a ingenieros chinos y compartió todos sus conocimientos sobre el tema.

Ahora, poco más de cuarenta años después, China ha diseñado sus propios modelos de reactores. «Lo hicieron con Francia en las nucleares y ahora son ellos los que exportan energía por el mundo. No veo por qué no podemos hacer nosotros también eso», apostilló Séjourné