El PNV se abre a pactar con Bildu un «salto» hacia un «nuevo estatus político» para el País Vasco
ESPAÑA

Celebra en Vitoria su día del partido sin mención a Sánchez, aunque en modo electoral
28 sep 2025 . Actualizado a las 20:06 h.El PNV celebró este domingo en las campas alavesas de Foronda su gran acto anual de comunión con la militancia —el Alderdi Eguna o Día del Partido— afanándose en marcar perfil en la centralidad, evitando cualquier reproche a sus aliados socialistas y confrontando por el electorado nacionalista con EH Bildu, pero con la mano tendida para negociar y en su caso pactar «un salto estatutario hacia un nuevo estatus político» para el País Vasco.
La posibilidad de reformar el marco de autogobierno avanzando en la soberanía es un debate recurrente en el País Vasco, la primera comunidad que aprobó la ley que regula su autonomía y la única que no la ha modificado en casi medio siglo. Debate que ha vuelto a coger aire después de que el lendakari, Imanol Pradales, haya urgido a los partidos a llegar a un acuerdo en nueve meses ante la incertidumbre que rodea la legislatura española y la eventualidad de una mayoría en las urnas del PP con Vox. Un nuevo estatuto precisa la anuencia de las Cortes. Pradales protagonizó el mitin de este domingo junto al presidente de su formación, Aitor Esteban, que se estrenaba en la convocatoria tras relevar a Andoni Ortuzar. El durante dos décadas portavoz de los peneuvistas en el Congreso ha acentuando las distancias con la coalición de Arnaldo Otegi pero abriendo la puerta a que si hay «algo» que podrían acordar puede ser el refuerzo del autogobierno vasco en clave soberanista. «Vamos a verlo. El PNV no va a escatimar esfuerzos para ello a pesar del inestable panorama español», ha comprometido Esteban ante los suyos. El líder nacionalista aprovechó, al tiempo, para enviar un mensaje implícito al PSE con el que comparte Gobierno y cuyo secretario general, Eneko Andueza, dio este sábado por «muerto» el debate sobre la independencia. El PNV, subrayó su jefe de filas, «no estará» en una reforma estatutaria que se quede en «un decorado vacío» y no incluya «un salto real en reconocimiento nacional, arbitraje y presencia exterior». Esto es, resumiéndolo, la bilateralidad en las relaciones con el Estado.