José Luis Rodríguez Zapatero y Felipe González coinciden en un acto sobre Rubalcaba en el Congreso
ESPAÑA
Ambos destacaron la lealtad y devoción por la palabra del ministro del Interior entre el 2006 y el 2011
11 dic 2025 . Actualizado a las 21:54 h.Un libro sobre los discursos parlamentarios de Rubalcaba unió este jueves a los expresidentes del Gobierno Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero. Ambos coincidieron en destacar la «lealtad» del exdirigente socialista y exministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba, al igual que han recordado su «devoción» por la palabra y el lenguaje en la presentación de la obra.
La presentación del libro Discursos parlamentarios de Alfredo Pérez Rubalcaba tuvo lugar el Congreso de los Diputados y congregó a numerosas figuras institucionales del socialismo español. «Querido Felipe, está muy bien que estemos aquí en este acto», comenzó Zapatero dirigiéndose hacia González. «Rubalcaba es uno de los grandes de la democracia española. Además de un gobernante eficaz, fue un socialista leal. Tenía una devoción por el lenguaje, bien hecho y por las palabras bien construidas, que respondieran a algo, que tuvieran contenido», abundó.
Por su parte, Felipe González subrayó la «autonomía personal» de Rubalcaba, un elemento que en sentido positivo «condicionaba toda su vida y actividad» y que caracterizaba su «palabra». «Era bastante mago de la palabra, pero también tenía un truco, la trabajaba muchísimo», apuntó el exdirigente socialista.
Durante su intervención, Zapatero repasó su relación personal y política con Rubalcaba, figura a la que cree haber llamado por teléfono «más veces» durante su etapa al frente del Gobierno y de la secretaria del PSOE. El político leonés mostró su «admiración inmensa» con «Alfredo», que «era un político íntegro en las ideas y en las actitudes».
Además, el expresidente destacó la capacidad de negociación del que fuera su ministro de Interior entre los años 2006 y 2011, un período en el que hizo una labor «extraordinariamente eficaz» y con una «capacidad puesta a prueba de la historia».
«Fue capaz de ser quien lideraba la lucha antiterrorista con una eficacia notable. Tuvo capacidad de crear equipos en las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y de darles una gran confianza, a la vez de dirigir un diálogo para el fin de la violencia terrorista con una capacidad estratégica y un gran resultado. Me trasladaba seguridad en las decisiones. Eso es algo que los presidentes valoramos extraordinariamente», relató Zapatero.
Por su parte, el expresidente González, además de recordar su «autonomía personal» en su labor cotidiana y en la forma de expresarse, resaltó la «lealtad» de Rubalcaba a nivel institucional. «Esa lealtad le daba libertad para decir lo que pensaba, incluso para decir alguna vez en público lo que no siempre gustaba. Esa lealtad se traducía en lealtad personal», según dijo.
Asimismo, González, al revivir su relación personal y política con Rubalcaba, destacó la «vida tan intensa y extensa» del que fuera su portavoz del Gobierno entre 1993 y 1996, que «no se puede medir en número de años, sino en número de vidas en esa cantidad de años».
La apertura del acto corrió a cabo la presidenta del Congreso, Francina Armengol, quien recordó la figura de Rubalcaba como un político que hizo «de la palabra, del consenso y del diálogo, su forma de hacer», además de recalcar «su enorme humildad» y su «capacidad de vivir como pensaba».
«Fue un gran socialista que nos hizo sentir y llenar de orgullo. Era imposible estar con él y no aprender algo, porque era una persona absolutamente pedagógica, un demócrata de los pies a la cabeza. Defendió que la educación pública es el mejor ascensor social para que todos podamos tener igualdad de oportunidades», subrayó Armengol.
Además, anunció que propondrá a la Mesa del Congreso nombrar un lugar de la Cámara Baja en honor a Rubalcaba con el objetivo de «buscar un espacio importante de relevancia» que reconozca «su maestría». «A ver si conseguimos que para el 10 de mayo (del 2026) lo tengamos todo listo».
Tras la intervención de Armengol, tomó la palabra la mujer de Rubalcaba, Pilar Goya:«Si este libro confirma algo es que Alfredo era un gran orador, un parlamentario brillante y eficaz. Hoy estaría encantado de ver su trabajo reunido en este libro».