Crónica | Ellas también fueron mamás al mismo tiempo que doña Letizia Dos jóvenes de la comarca dieron a luz a sus hijos arropadas por los profesionales del Marcide en la madrugada en la que vino al mundo la infanta Leonor
31 oct 2005 . Actualizado a las 06:00 h.?Me trataron como a una princesa; o quizás aún mejor». No estaba en la clínica Ruber ni tampoco pertenece a la Familia Real, pero lo cierto es que Susana Romero, que alumbró a su segundo hijo en la misma madrugada que llegó al mundo la infanta Leonor, se sintió como una reina en el hospital Arquitecto Marcide, en donde ayer posaba orgullosa con su retoño. Susana, una joven cedeiresa madre de otra niña, de dos años, se mostraba feliz por las atenciones recibidas por el equipo de profesionales del centro sanitario. A pesar de que se encontraba ya al final de su gestación y de que durante toda la pasada semana había percibido contracciones que le anunciaban un pronto desenlace, no pensó que su parto iba a coincidir con el de la princesa de Asturias, pese a que desde últimas horas de la tarde conocía que doña Letizia había sido ingresada. Peso similar Felices por el nacimiento de Antón -que pesó 3.480 gramos, casi como la última nieta del Rey- sus padres reconocían que la coincidencia con el alumbramiento de la princesa de Asturias es «lo que nos comenta todo el mundo». Ellos aún están sorprendidos de la rapidez con la que llegó al mundo su bebé, que anunció que estaba en camino a la 1.30 de la madrugada. «Creí que no me iba a dar tiempo a llegar al hospital», comentó la feliz madre. Posibilidad María Teresa Gómez había bromeado con la posibilidad de dar a luz a su hijo -también el segundo, como Susana- el mismo día que la princesa de Asturias, pero no había sospechado la expectación mediática que iba a suscitar esa coincidencia. Iván, como Antón, nació en torno a las 4.30 de la madrugada, aunque su madre había percibido los dolores pre-parto durante todo el día anterior. María Teresa, que al igual que Susana ya tiene otra hija, aseguró sentirse muy feliz por la llegada de su segundo retoño, aunque se declaró indiferente sobre la coincidencia de su parto con el alumbramiento real.