La desescalada reactiva el interés por el turismo rural en la provincia de A Coruña

Carla Elías Martínez
CARLA ELÍAS FERROL / LA VOZ

FERROL

Interior de una de las estancias de la Casa Rural Pantín, situada junto a esta playa de Valdoviño
Interior de una de las estancias de la Casa Rural Pantín, situada junto a esta playa de Valdoviño JOSE PARDO

Aunque el registro de viajeros de enero fue bajísimo, el sector comienza a recibir huéspedes de las zonas abiertas y ya empieza a formalizar reservas para el verano

08 mar 2021 . Actualizado a las 14:35 h.

Si el mes de enero ya es de por sí una época complicada para el turismo rural, este 2021 se ha convertido en catastrófico. Según la encuesta de ocupación en alojamientos de turismo rural del Instituto Nacional de Estadística, en la provincia de A Coruña únicamente pernoctaron 52 viajeros nacionales, es decir, un 13 % de los registrados justo un año atrás, antes de decretarse la alarma mundial por la pandemia del coronavirus. Pero, a pesar del mal dato del inicio de año, provocado por las restricciones sanitarias impuestas en Galicia y en el resto del país, el sector comienza a notar el interés, principalmente, de las zonas con menos restricciones dentro de esta comunidad. Y ansían que las reservas se conviertan en la reactivación del sector.

«Tenemos bastantes llamadas, se concentran para el fin de semana. El primer fin de semana que se relajaron las medidas estuvimos completos. La semana pasada, el lunes y martes parecía que había sido todo algo puntual, teníamos todo vacío, pero el miércoles y el jueves otra multitud de llamadas, y llenamos», explica Pura Pose, de la Casa de Lema, ubicada en Muxía. Pero son cautos por la incertidumbre de qué pasará en los próximos meses. «Nos llama la gente, pero todo encima de la hora. Tienen miedo a los cambios de norma y preguntan si se puede cancelar si pasa algo por covid. Hay que dar más facilidades», explica Pose.

Temor a las anulaciones

Los responsables de este tipo de establecimientos temen que este auge de reservas se convierta próximamente en un pico de anulaciones, por la difícil situación por la pandemia. «Estamos teniendo muchísimas reservas. La gente lo hace porque se puede anular. Puede ser una fantasía. Si la razón es por algo relacionado con el coronavirus devolvemos siempre el dinero», indica Jesús Dubra, de la casa Costa da Egoa, en Carral. Esta semana han contado con clientes inusuales, trabajadores puntuales de una fábrica. La empresa se decantó por buscarles alojamiento en esta casa rural, cuyo entorno privilegiado y oferta son sus principales señas de identidad. Señala que están notando mucho interés de peregrinos. «Este año es Año Santo, entonces tenemos muchas reservas de peregrinos. Y nos están entrenando reservas del extranjero. Por eso tenemos mucha dudas de lo que pasará».

¿De dónde proviene el grueso de estas primeras reservas? «De la provincia de A Coruña», afirma Pose, tajantemente. Es más optimista pensando en el verano. «Mi perspectiva es que si vamos avanzando así, será un año estupendo, pero es que nos hace mucha falta. Porque si no.... Tengo clientes de todos los años, en el turismo rural hay mucho cliente fiel», apunta desde Casa Lema. Más precavida es Belén García, de la casa rural de Santiago. «Yo hasta el verano no creo que vaya a abrir. No me hago unas ilusiones muy grandes ni creo que vayamos a volver como estábamos en el 2019», reconoce. Ha recibido ya llamadas de potenciales clientes interesados de Valencia y Madrid. «La gente piensa moverse pero, al mismo tiempo, te piden las condiciones de anulación. Antes, mi 90 % de reservas era de extranjeros. A ver qué pasa a partir de ahora», incide.

A pesar de la incertidumbre, ya piensan en la próxima campaña importante, la de Semana Santa. «Estamos preparando las casas, sabemos que va a ser de última hora, y le digo a la gente que no tenga miedo, que estamos preparados», avanza la responsable de Casa de Lema.

Reservas para el 2022 y 2023

En la Casa Rural de Pantín, ubicada en el entorno de la paradisíaca playa que alberga la prueba internacional de surf Pantín Classic, explican que las llamadas están mucho más orientadas para los meses de verano; el resto del año, «cero». «Aquí el turismo es muy estacional. Puedes tener a alguien un fin de semana», explica Rosalía Souto, del establecimiento valdoviñés. Sin embargo, sus perspectivas para el verano son las más favorables. «El verano queda cubierto de un año para otro», indica.

Así que este hospedaje ya cuenta con reservas para julio, agosto y septiembre. Pero es que incluso también para el 2022 y 2023. «Nuestra clientela es bastante fiel», agradece. La mayor incertidumbre es por la nacionalidad de sus clientes. «Siempre nos viene una familia alemana veinte días», señala. Aunque ya les sorprendió el año pasado el interés de gente de la provincia. «El año pasado hubo reservas extras los meses de mayo y junio, de gente que no sospecharíamos que quisiera alquilarnos, que viene de A Coruña», indica.

El presidente de Fegatur, en la presentación del portal web galiciaturismorural.es
El presidente de Fegatur, en la presentación del portal web galiciaturismorural.es

Francisco Almuíña: «A xente busca natureza sen aglomeracións, e o turismo rural fixo ben as cousas»

El turismo rural gallego saca músculo. El interés por Galicia como destino vacacional no para de crecer desde la crisis sanitaria, y la Federación Galega de Turismo Rural, con sede en Santiago, aguarda un año en el que ganen en visibilidad. «O turismo rural, ao igual que o ano pasado, vai ser o primeiro que saque cabeza. A xente busca espazos de natureza, onde haxa pouca aglomeración, e o turismo rural vén de facer ben as cousas», explica el presidente de Fegatur, Francisco Almuíña. Galicia cuenta con más de medio millar de este tipo de alojamientos, que el verano pasado vieron cómo crecía ese interés por el turismo alejado de las masas y zonas de grandes afluencias. Y ese espíritu no hace más que extenderse. «Confiamos en que xa antes do verán podamos falar dunha recuperación», augura Almuíña. Destaca que el sector se adecuó a todas las medidas de «limpeza, desinfección e condicións moi saudables», que han ayudado a incrementar exponencialmente la demanda de este tipo de turismo desde el arranque de la pandemia.

Aunque el año ha comenzado con registros mínimos por las medidas de la Xunta, desde la federación esperan que de aquí a Semana Santa puedan contar con clientes gallegos e iniciar de nuevo la actividad. «Confiamos que co aumento das vacinas e o descenso das cifras de positivos empecemos a albiscar esa luz que todos ansiamos», dice. El organismo trabaja en un plan de promoción del sector para los próximos meses. «Esta semana tivemos unha reunión en Santiago e estamos en contacto coa Administración, desenrolando o espazo no que amosar á xente a proposta de turismo rural galego, galiciaturismorural.es. É un portal no que todo o mundo pode coñecer as casas e as experiencias que se poden facer», avanzó el responsable de federación.

Confía en que sea un paso más para ayudar a que los viajeros identifiquen el turismo rural gallego como una marca de calidad. «Tradicionalmente, Galicia sempre tivo esa imaxe de calidade na súa gastronomía, paisaxe, patrimonio e xeito de ser da xente, e o seu espírito acolledor e de campechanía. Iso é o que os viaxeiros valoran en nós», ensalzó. Al igual que el incremento del interés por el turismo con un factor de «saúde e tranquilidade». «A xente pode relaxarse, calmarse, escoitar o son do vento, o silencio, e pasear nun espazo que non é moi visitado. Ese elemento de saúde é moi valorado agora», subraya.