
La OTAN también concluye el despliegue con la Sexta Flota de EE.UU., en el que participa la fuerza naval de la F-103
07 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Poco ha trascendido sobre el despliegue en el Mediterráneo de las dos fragatas con base en Ferrol —la Blas de Lezo (F-103) y la Juan de Borbón (F-102)— en las últimas semanas. Las respectivas misiones de los buques figuraban en su listado de compromisos internacionales, si bien la crisis en Ucrania adelantó tres semanas la salida de la Blas de Lezo, y cinco días después se hizo a la mar la Juan de Borbón para integrarse en el grupo de combate del portaviones nuclear francés Charles de Gaulle, en el marco del operativo multinacional denominado Clemenceau.
Ambas unidades de la 31.ª Escuadrilla iniciaron sus integraciones en el Mediterráneo, área en la que el año pasado las F-100 de la Armada española tuvieron un rol protagonista como buques insignia de la SNMG-2, la flota permanente de la OTAN en ese ámbito geográfico. Ahora su aportación obedece a otro perfil, como unidades de escolta. No obstante, el contexto de escalada de tensión por el pulso entre Rusia y la OTAN puso el foco, especialmente, en el despliegue de la Blas de Lezo, que zarpó prematuramente de Ferrol el 22 de enero. Su destino, el Mediterráneo central y el mar Negro como activo de la SNMG-2. Este grupo naval acaba de completar su aportación a la misión de vigilancia Neptune Strike, capitaneada por las fuerzas de apoyo y ataque naval de la alianza y la Sexta Flota de EE.UU. en la que participaron dos portaviones, el estadounidense Harry S. Truman y el italiano CSG Cavour. No obstante, la F-103 no figura en los comunicados oficiales sobre este grupo de combate, y su última aportación se enmarca en un operativo de tres semanas vinculado a la operación Sea Guardian —vigilancia marítima— hasta el 12 de febrero.
Con el Charles de Gaulle
En cuanto al otro buque enviado al Mediterráneo, esto es, la Juan de Borbón, la Armada vincula su participación en las maniobras galas a «una invitación de la Marina de Francia recibida el pasado mes de junio» y cuyo objetivo es «mejorar la interoperabilidad entre las marinas amigas y aliadas». Se hizo a la mar desde el arsenal ferrolano el 26 de enero para, a la semana siguiente, el 1 de febrero, comenzar en la base militar francesa de Toulon su participación en el ejercicio Clemenceau. Según fuentes de la Armada, la aportación del buque al despliegue finalizará mañana, aunque el bloque operativo del portaviones nuclear seguirá activo hasta el mes de abril. Asimismo, la Armada descarta cualquier apoyo de la Juan de Borbón al grupo aliado en el que se encuentra la Blas de Lezo. A bordo de esta última navega una dotación formada por unos 220 militares —en los que se incluye un equipo EOS de Infantería de Marina y una unidad aérea compuesta por 18 personas y un helicóptero naval SH-60 Bravo—. Por su parte, la Almirante Juan de Borbón presenta para el actual despliegue una dotación de unos 200 marinos.