Las huellas de los emigrantes que hicieron fortuna se pueden seguir en una fiesta que ofrece paseos en barco o bus antiguo este sábado y domingo
20 ago 2022 . Actualizado a las 17:36 h.La segunda jornada del Ares Indiano arrancó este sábado con una visita a Redes en bus de época, un paseo en barco por la ría y un divertido paseo a pie por la villa guiado por el artista e historiador Cayetano Lledó. Ataviado como algunos de los personajes que protagonizan sus historias va disertando ante viviendas modernistas como la casa Nicolás López Cancela, que estaba en una plaza especial para la villa, aunque en la zona ya solo queda este edificio y el letrero de la farmacia antigua ante una botica moderna, como todo el entorno. «Admiremos el balcón de forja», cuenta Cayetano que en el mismo recorrido habla de emigrantes retornados como Antonio Castro Doval, uno de los fundadores de la Alianza Aresana.
La fiesta de Ares es especialmente visual, porque la mayoría de los asistentes se visten de lino o seda crudos y de colores vivos como las nativas de Cuba, pero también sirve para reivindicar el legado de una generación que se marchó sin nada de Ares, pero volvió rica, generosa y con muchas ideas. «Se dieron cuenta del valor de la cultura —explica Lledó en su roteiro—. Se percataron de que consiguieron mucho y que si hubiesen tenido conocimientos hubiesen conseguido mucho más, así que dedicaron el dinero que les sobraba a crear espacios de cultura, como la Alianza Aresana, o una escuela para niñas, algo impensable en el año 55».
En este paseo no solo se conocen datos como que la parcela para la escuela de niñas costó 350.000 pesetas, también se interactúa con el resto de la fiesta. Como cuando los asistentes se topan con los que llegan de la excursión a Redes, perfectamente vestidos (y peinadas ellas) para la ocasión. O cuando alguna vecina asoma la cabeza desde una casa contigua, como sucedió en la de Fina Cancela (una de las paradas de la ruta Ultramarina que se puede realizar siguiendo los códigos QR).
«Yo conocí a Fina Cancela y esa era la casa de mi suegro, además delante de esta había un jardín precioso que se tuvo que tirar para hacer la calle», cuenta una mujer que sigue viviendo al lado de esta casa singular, que conserva mascarones que recuerdan a las famosas imágenes del ilustrador modernista Mucha.
Torre do Reloxio
Estas visitas (este sábado y domingo vuelve a haber decenas de oportunidades) sirven para ir mezclándose con una celebración en la que hay espacios decorados como en la época colonial para que cualquiera se pueda hacer una foto. Hasta los bares se han unido a esta iniciativa.
Lledó se detiene, asimismo, en uno de los elementos singulares de Ares, aunque no tuvo financiación indiana: «Es la Torre do Reloxio, que se abonó con fondos municipales y para el que se trajeron las campanas del monasterio de Montefaro». De nuevo, cuando lo cuenta, un lugareño vestido de blanco y con sombrero Panamá le corrige y relata a la audiencia las reformas que fueron alterando un edificio que marcaba las horas de trabajo.
A unos metros de la Alianza Aresana termina el recorrido, pero empiezan muchas posibilidades: desde una muestra con retratos de las mujeres de la época a música, como la que ayer ofreció el trío Blanco y Negro, y que hoy ofrecen formaciones como la banda Xábrega o el grupo de danza Areas do mar chegan de América a las 19 horas en la plaza de la Iglesia.
Amplio programa que sigue el domingo
Quedan muchas oportunidades para hacer una inmersión festiva en el mundo de los indianos. Este domingo habrá roteiros a partir de las once por la mañana y desde las 17.30 por la tarde. A la una llegará una caravana de automóviles históricos, que por la tarde visitarán Cervás. Incluso se podrán aprender a hacer corbatas de lazo y collares de la época modernista en un obradoiro que se instalará a las 12.30 en Cervás, entre otras muchas opciones de diversión para todas las edades. La jornada terminará con narraciones orales (Costureiras de Ángeles Goás y Caxoto) y un concierto desde las 22.30 de Havana Soul en la plaza de la Constitución.