Las júnior del Pontumio, una plantilla de seis que no se achica: «No juegan tantos minutos ni en la NBA»

Elba de la Barrera Agulló
Elba de la Barrera FERROL / LA VOZ

FERROL

La plantilla júnior del Pontumio que empezó la temporada con ocho jugadoras, en la imagen, ha jugado la mayor parte del campeonato con el número justo para saltar a la cancha
La plantilla júnior del Pontumio que empezó la temporada con ocho jugadoras, en la imagen, ha jugado la mayor parte del campeonato con el número justo para saltar a la cancha Cedida

Su entrenador, David Varela, explica que iniciaron ocho la temporada y que a lo largo de los meses han tenido que adaptarse a una situación complicada de bajas

23 mar 2023 . Actualizado a las 19:59 h.

El Pontumio, club referente en materia de deporte femenino en el área de Ferrolterra, encara una temporada que será difícil de olvidar para las jugadoras de la categoría júnior. Y es que, según explica su entrenador, David Varela, el equipo tuvo que afrontar casi toda la campaña con cinco jugadoras, seis en el mejor de los casos.

«Esto es una cuestión generacional, aunque entre mini y pre-mini tenemos más de 40 niñas, en júnior empezaron ocho y, por circunstancias, acabamos siendo menos. Esto no deja de ser un sitio pequeño, con mucha tradición de baloncesto, pero de pocos habitantes y la pandemia hizo mucho daño», destaca el técnico del grupo que, valora, ha sido felicitado por el esfuerzo por otras agrupaciones rivales a lo largo de la campaña.

«Afrontamos casi toda la temporada con seis jugadoras; no juegan tantos minutos ni en la NBA y eso como entrenador te obliga a plantear una defensa en zona para evitar el desgaste de presionar a toda pista y te condiciona también en ataque», ahonda Varela sobre las limitaciones con las que sus jugadoras han tenido que dar la cara en esta campaña.

No obstante, subraya el técnico, «estoy orgulloso porque ha habido una evolución y ellas han asumido la responsabilidad». Y es que lo más positivo del deporte base, reflexiona el entrenador, son momentos como los vividos fruto de esta situación en un partido disputado en Betanzos. «Hubo un gesto muy deportivo porque nos quedamos con cuatro jugadoras en pista y el entrenador rival pidió a una de las suyas que no participase en el juego en los últimos tres minutos de partido», relata.

Así, desde el club eumés entienden que lo aprendido vale más que los obstáculos que se han encontrado en una, califica el presidente del club, «experiencia traumática y bonita» y ya ponen el foco en seguir trabajando para fortalecer la base de la agrupación deportiva y superar los problemas que se derivaron de la pandemia, pero que no han impedido al equipo júnior, sentencia, poner todo de su parte en la cancha para «defender el buen nombre del club» y ganarse el respeto de los rivales a los que se han medido.