La licitación abierta por la compañía pública no reconoce el derecho a subrogación de operarios que llevan más de 20 años en la empresa
29 mar 2023 . Actualizado a las 13:42 h.«Llevamos 25 años en Navantia. Estuvimos en las épocas muy duras y ahora que vienen las buenas, nos podemos quedar sin trabajo». El lamento procede de Fernando López Ramos, delegado de personal de la empresa Mainfer, que tradicionalmente se ocupa de la limpieza de buques en el astillero ferrolano. En estos momentos, la plantilla de la compañía está formada por doce personas, aunque en los tiempos de máxima carga de la actividad de la antigua Bazán llegaron a superar el centenar.
El problema al que se enfrentan actualmente es que Navantia acaba de abrir un procedimiento para adjudicar los trabajos de limpieza para las dos primeras fragatas F-110, programa que comenzó a ejecutarse hace un año en el astillero de Ferrol. A ese procedimiento invitó a participar a tres empresas, y en los criterios para la contratación del servicio no se recoge el derecho de subrogación de la plantilla, requisito que tradicionalmente se recoge en este tipo de adjudicaciones.
«Mainfer es una empresa que lleva 25 años en Navantia. Hay gente que lleva 33 años trabajando y, los que menos, 20», explica Fernando López. Ahora se encuentran con que pueden perder sus puestos, y por eso han impugnado el proceso ante la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), corporación propietaria de Navantia. «Nos han dicho que la licitación está parada, a la espera de la resolución de la SEPI», añade, sin ocultar el malestar con el que el plantel de Mainfer ha acogido este proceso, ya que es la primera vez que no se les recoge el derecho de subrogación.
El delegado de personal recuerda que, después de los años más duros en los astilleros de la ría, a principios de la década del 2010 -en los que no hubo trabajo-, cuando Navantia lanzó la licitación de la limpieza del buque flotel de Pemex, «establecieron que éramos subrogables». Desde la marcha del buque logístico para la Armada de Australia, el último en la factoría hasta el arranque del programa de las F-110, los empleados de Mainfer han centrado sus tareas en los barcos de la división de Reparaciones.
Los trabajadores han secundado ya alguna movilización para dar a conocer este conflicto, como la concentración mantenida el pasado viernes a las puertas del foro Ferrol Naval, celebrado en el Auditorio de Ferrol.