El rock más fraterno de Narón: «Nuestro recordado hermano Laso nos metió en la maravilla de la música»

Patricia Hermida Torrente
Patricia Hermida NARÓN / LA VOZ

FERROL

Carlos 'Mos' y Chechu Mosquera, con sus guitarras ante el portal del antiguo El Pelao en O Alto (Narón)
Carlos 'Mos' y Chechu Mosquera, con sus guitarras ante el portal del antiguo El Pelao en O Alto (Narón) Kiko Delgado

Para Carlos 'Mos' y Chechu Mosquera, el rock and roll «es una enfermedad genial e incurable»

22 ago 2023 . Actualizado a las 00:04 h.

Como un huracán entró el rock en la vida de los hermanos Mosquera gracias al mayor de la prole. «Encontramos una cinta de Deep Purple de nuestro hermano Laso en casaflipamos y ahí quedamos enganchados», recuerdan Carlos Mos y Chechu. Vivían en el barrio naronés de O Alto, «en la zona del Villas (actual Ink), sobre Layme», con unos padres que respetaron siempre «nuestro amor por los discos». Y el mayor de los tres, Laso, «nos marcó muchísimo, admirábamos de él su eclecticismo con la música desde Leño a Ramoncín y todo lo que escuchaba cuando era tan difícil lograr ciertos álbumes... nuestro recordado hermano Laso nos metió en la maravilla de la música». Eran solo unos niños, pero desde entonces la melodía imperó en sus vidas. Como esa enfermedad «genial e incurable» llamada rock and roll.

El recordado Laso falleció hace treinta años cuando tenía solo treinta. Ahora Mos tiene 55 y Chechu 46. Ellos mantienen viva la llama del rock más fraternal de Narón. Mos empezó con 15 años «cuando un grupo buscaba vocalista y como Laso cantaba muy bien pensaron que yo también, eran Valpurgis y ya me quedé toda la vida». Chechu se inició a los 16 tras aprender con una guitarra gris y negra de Mos. Después coincidieron en Frai Bermuz, donde tocaban en el Malibú de la carretera de Cedeira. Chechu también empezó a tocar «en el instituto Masculino (Concepción Arenal) con Window Pane, ahora sigo en Wisdom con amigos desde hace más de veinte años». Y Mos compagina actuaciones en grupos y en solitario, además de su larga trayectoria como actor «iniciada en 1989 en las Escolas de Teatro de Narón».

Ambos acaban de participar en la ópera rock Vox Populi del naronés José Luis Prieto. Y con este concello «mantenemos un gran vinculación emocional, aquí quedábamos todos en la tienda de chuches de El Pelao desde los doce a los veinte años». Mos, que también pasó por Los Pacos y La Pachanga, afirma que «si no me quedase más remedio que elegir me quedaría con la música, pero el teatro también es una pasión brutal desde que me apunté con Javier Deibe en aquellas clases dirigidas por Luis Ramos».

El rubio de los Mosquera compone además para espectáculos musicales, y sigue colaborando con su hermano y José Luis Prieto en formaciones como Auténticos Farsantes: «Con una canción llamada Mary Carmen sobre una historia de amor con el Gadis de Canido como telón de fondo». El humor impera tanto entre ellos como en su música, indica Chechu que tocará el bajo con Wisdom este sábado en el Peirao Rock de Mugardos.

Chechu y Carlos Mosquera en O Alto, donde se criaron
Chechu y Carlos Mosquera en O Alto, donde se criaron Kiko Delgado

De Iron Maiden a Tom Petty

Los Mosquera forman parte de aquellas camadas del rock criadas con guitarras en locales de ensayo de Santa Marina (Ferrol) o San Valentín (Fene). Recalcan que «aún se necesita mucho apoyo de las administraciones locales». Y recuerdan que «este verano hay conciertos en las calles de Ferrol, gracias al esfuerzo de bares y otros locales que son los que los organizan».

Juntos vieron a Roger Waters o Paul McCartney. También son fans de Neil Young, David Bowie o Tom Petty. Si echan la vista a sus orígenes, admiten que «hay nostalgia de la juventud, pero ahora Ferrolterra tiene muchísimos grupos y se ha mejorado a nivel técnico gracias a centros como la Escola da Vaca o la Rockschool». Antes los chicos eran más autodidactas «pero esa pasión también te daba estilo propio». Mos rememora que «me gustaban Judas Priest o Iron Maiden pero también Fleetwood Mac, Chechu era de rock más duro». Y el más joven salta a su adolescencia cuando «El Sótano ponía en Ferrol vídeos de Black Sabbath y les copiábamos las pintas, o cuando fuimos teloneros de Los Piratas pero no vino nadie porque lo anunciaron como una fiesta privada».

O la primera vez que Chechu tocó en un local: «En La Naranja Mecánica de Javi Niebla». Para ellos, el directo es lo máximo: «El rock es un desfogue con el que echas tus demonios, entras en comunión con compañeros y público». El amor que sienten el uno por el otro se resume así: «Nos queremos como amigos, somos nuestros mayores fans».