Un verano de locura en Casa Trillo: «A los turistas extranjeros les encanta el raxo»
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FERROL
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Los hermanos Alejandro y Pablo Martínez Trillo aseguran vivir una temporada de llenazos pese a la falta de personal en hostelería
31 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.El subidón que vive Ferrol también se traslada a Casa Trillo. Porque a los éxitos del Racing en Segunda o al furor por la ciudad a raíz de la serie Rapa, se suman los llenazos en locales de hostelería como éste. En el corazón de A Graña y desde hace más de veinte años, este mesón familiar ofrece lo mejor de la gastronomía ferrolana y lo más auténtico: el raxo, los chipirones, las volandeiras. Al frente trabajan dos hermanos, Alejandro Martínez Trillo en cocina y Pablo de cara al público, con su madre Rosa también en los fogones. «Y estamos viviendo un verano de locura, el mejor desde hace tiempo, con muchísima gente de fuera de Galicia y también del extranjero», asegura Alejandro.
Tienen clientela fija, como los trabajadores del astillero Blascar a los que les hacen los bocadillos todos los días a las 13.30. Y también numerosos visitantes que se acercan hasta A Graña solo para saborear sus platos, algunos tan míticos como sus célebres tablas de patatas con salsas (de los primeros en instalarlos en la zona). ¿Qué les gusta a los turistas extranjeros? «Tenemos sobre todo ingleses e italianos, y también alemanes, les encanta el raxo y también los chipirones», apunta Alejandro, conocido como Ale. Su hermano Pablo, que como camarero sabe de primera mano lo que quiere el cliente, añade que «piden lo mismo que el turista nacional ya que llegan con reserva y con reseñas de Internet, a mayores del raxo y los chipirones quieren las tablas de patatas, las croquetitas y la tortilla».
Para conocer la historia de la saga Trillo hay que remontarse a los años 90, «cuando montamos el Papas en el centro de Ferrol y lo llevamos durante año y medio». Allí introdujeron sus famosas patatas con salsas, y el 4 de agosto de 2001 montaron Casa Trillo en A Graña. «Yo estudié Hostelería en el Fraga do Eume y llevo veinticinco años en el sector, empecé muy joven con veinte años», apunta Ale.
En hostelería, el barrio marinero de A Graña cuenta con Casa Trillo y el Nautic. Los que llevan el primero destacan que «al igual que otros locales tenemos dificultades para encontrar personal». Apunta Pablo que «desde mayo buscamos personal, pero no hay gente en el sector». Tras la pandemia viven ahora «el mejor verano con diferencia de los últimos años, antes de la pandemia nos estábamos recuperando de la crisis, con el impacto del coronavirus fue todo más flojito pero ahora volvemos a los mejores niveles». Además de los platos típicos, en verano se pide más marisquito como las volandeiras o los langostinos al ajillo «y casi todo el mundo viene con reserva y por reseñas, hasta los turistas extranjeros llaman para reservar».
En la carta tienen «los éxitos de siempre en Ferrol, el raxo que más se vende es al cabrales o a la abuela (con cebollita), también en verano entran más los revueltos como el de erizos y langostinos». En pandemia usaron el servicio a domicilio, pero ahora ya no porque no dan abasto con el trabajo. Sí que se pueden hacer pedidos para recoger.
Tienen tanto trabajo «que nos levantamos estresados pensando en picar patata», se ríen. Y al instante admiten que «eso demuestra que la hostelería de Ferrol está en una muy buena época».
¿Dónde? Casa Trillo se encuentra en A Graña, plaza Pardo de Cela número 8.
¿Hay que reservar? Este verano funciona sobre todo con reservas, salvo la terraza que está a disposición de los que lleguen (981 314 053).
¿Especialidades? Raxo, chipirones, tabla de patatas.
«A las siete de la tarde ya tenemos a gente esperando para picar algo típico de Ferrol»
Por Casa Trillo han pasado para comer o cenar desde familias hasta pandillas de amigos, generación tras generación. «Mucha gente que conocías de joven y que ahora llega con sus hijos, o familias que vinieron primero con sus hijos y ahora con sus nietos», explica Ale. Su padre Genaro, ahora jubilado, también trabajó en Casa Trillo.
¿Cómo es trabajar en familia? «Lo llevamos a veces bien y a veces no tan bien (risas), pero ahí aguantamos», explican. El cliente siempre tiene la razón, aunque a veces algo de prisa: «En la cocina me gusta ser rápido y la verdad es que trabajando nos movemos muy bien, pero de vez en cuando aparece algún cliente con más prisa aún» (más risas).
Los primeros ya llegan para comer sobre las 13.30 horas y tienen la cocina abierta hasta las 16.00. «Y a las siete de la tarde ya tenemos a gente esperando para picar algo típico de Ferrol, para cenar tenemos abierto de 19.30 a 23.30 horas», indica Ale sobre unos servicios que son más intensos al mediodía y que se llevan mejor por las noches.
Durante todo el verano están funcionando «sobre todo con reservas aunque la terraza nunca la reservamos y así puede moverse más, también tenemos gente que viene a cenar después de la playa a primera hora de la tarde, a picar unas patatas con sus seis salsas».
Su cocina es «la típica de Ferrol, con una carta fija desde hace años porque todo nos funciona bien, ya tenemos bastante trabajo como para quitar algo que se vende tanto».
Debido a esa gran carga de trabajo la carta de postres la han limitado este verano a helados, tarta de queso, mousse de fresa y mousse de chocolate. Para más adelante dejan recuperar puntazos como aquella tarta de Peta-Zetas.