Lorena Ameneiro, de Biquiños Doces: «Si nos piden una tarta con un unicornio, la creamos sin problema»

El colorido de la pastelería creativa de Biquiños Doces adorna una de las esquinas del Cantón, en la calle Praza das Angustias, desde su inauguración el día 10 de junio de 2021. Ver el proceso de preparación de sus dulces, a través de una cocina a la vista, anima aún más a los clientes a entrar en el local de Lorena Ameneiro. Aunque las primeras en entrar son siempre ella y su compañera Christelle Vilariño. Para arrancar, su café de Casa Amador a las 07.30.

—¿Qué significa «pastelería creativa»?

—Nosotros creamos lo que el público quiere. O sea, recreamos de hecho. El cliente viene y dice: «Yo quiero una tarta con un unicornio». Entonces nosotras la creamos sin problema. Está muy bien la pastelería clásica, que es por ejemplo la tarta de San Marcos o las milhojas. Nosotras eso no lo tenemos, es lo que nos define y nos hace distintos. Tenemos siempre algo que no vas a encontrar en otro sitio, por lo menos en cualquier pastelería al uso.

—¿Cuál fue el origen de la idea?

—Fue porque en el confinamiento la gente me pedía cosas y cuando se podía llevaba entregas en mano para cumpleaños. Empezamos ahí, pensando que, ya que estamos trabajando con esto, vamos a darle un poco de vida. Y le dimos vida a Biquiños Doces como local, como establecimiento físico.

—¿Cómo fue la acogida de los clientes al principio?

—Nos aceptaron muy bien, sobre todo porque yo antes ya trabajaba haciendo algo de pastelería creativa. Y claro, ya vas teniendo algún cliente por redes como Instagram, gente que te conoce y que ya tenía interés. Después, cuando abrimos fue genial porque ya teníamos un local a donde la gente podía ir a comprar.

—¿Qué postres ofrecéis?

—En primer lugar ofrecemos la pastelería creativa, que son por ejemplo las tartas, los cupcakes y los botecitos de postres. Estos tarros los hacemos de tarta de la abuela, de limón, de tiramisú, de chocolate, de Oreo, KitKat... Ofrecemos una amplia variedad de postres en vasitos. Y luego las tartas personalizadas, que es lo que más se demanda ahora mismo, para que cada uno coja justo la tarta que le gusta para regalar o incluso para ellos mismos.

—¿Cuál es vuestra especialidad?

—Tenemos nuestras galletas, que les encantan a la gente, y ahora mismo triunfan los New York Rolls. Esta es la novedad viral en Tik Tok e Instagram. Son cruasanes rellenos de pistacho, Kinder, chocolate, crema pastelera... Eso ya es la novedad, pero luego, de todo lo que tenemos, los postrecitos en bote los quiere muchísima gente. También la tarta de la abuela, que la hacemos aquí, y se demanda muchísimo para no tener que hacerla en casa.

—¿Qué es lo más demandado en el día a día?

—Aparte de a por los Rolls, la gente viene a diario a por los dónuts y los minicruasancitos, que también los suelen pedir y que los bañamos en chocolate. Luego, los fines de semana lo que más piden es la tarta, que es lo que más trabajamos en esos días. Además, los cupcakes también se venden muchísimo porque los ponemos de diferentes sabores y cuando ofrecemos el Red Velvet con la crema de queso es brutal. Cuando lo hacemos y lo anunciamos un poco en redes sociales, se venden todos.

—¿Qué productos elaboráis en el establecimiento?

—Hay cosas aquí que compramos. Lo que son los dónuts, los saladitos o los muffins, que no son los mismo que los cupcakes, sí son de elaboración propia. Los productos que adquirimos son industriales aunque de muy buena calidad, de una buena casa. El resto lo vamos haciendo nosotras todo. La pastelería en sí es nuestra y cualquier persona nos puede ver en la cocina cuando estamos haciendo alguna cosilla de estas.

—¿Tenéis alguna opción para alérgicos o alternativa alimentaria?

—Tenemos productos para veganos. Y luego, para los alérgicos, no trabajamos prácticamente nada con frutos secos. A no ser las nueces, que las usamos solamente para los carrot cake, que son las tartas de zanahoria, que gustan mucho a los clientes. La crema de pistacho la hacemos previamente y la conservamos envasada para que no toque nada más. A no ser que alguien nos pida algo en particular, no solemos tener en la tienda frutos secos para no comprometer ni tener una contaminación cruzada.

—¿Qué es lo que más te gusta de trabajar aquí?

—A mi todo, me apasiona. Es una pasada, es que llevamos dos años y medio y no puedo decir que haya nada que no me guste de estar trabajando aquí. La atención al público me encanta, de hecho, aunque me gusta mucho trabajar en la parte de la cocina, atender al cliente es genial. Hablar con ellos para saber qué es lo que quieren y qué es lo que no quieren me gusta mucho.

—¿Cuándo empezó tu gusto por la repostería?

—Me gusta ya desde hace muchos años, lo que pasa es que tampoco me decidí nunca por esto en lo profesional. Siempre estuve trabajando en otros sitios, quizá siempre algo relacionado con esto pero nunca directamente. No sé, siempre me gustó, sobre todo mirar, sacar ideas... Y con Christelle Vilariño formo equipo y sacamos más ideas todavía, las dos estamos todo el rato: «mira esto, mira lo otro». Siempre estamos innovando y haciendo algo distinto.

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