Remo para luchar contra el cáncer en Ares: «Aquí te sientes útil otra vez»

Carla Elías Martínez
carla elías FERROL / LA VOZ

FERROL

JOSE PARDO

El proyecto As Sereas das Mirandas cumple un año con gran éxito

14 oct 2023 . Actualizado a las 12:36 h.

Ataviadas con unas camisetas de escamas rosas, uniforme que hace honor a su nombre, As Sereas das Mirandas, llegan a las instalaciones del Club de Remo de Ares las integrantes del equipo. Reír, desconectar y gozar de una red de apoyo... son algunos de los beneficios que suman estas mujeres al ejercicio físico en sí. Y es que el grueso de las integrantes tienen un denominador común: han pasado o están enfrentándose al cáncer de mama, principalmente, o al de ovario.

A Elena Barreiro, de 43 años, le dieron la noticia de que padecía un cáncer de mama hace nueve. «Fue un jarro de agua fría. Tan joven no lo asimilas y no tenía antecedentes familiares. Entré en shock. Pero tenía dos niños pequeños y había que tirar para delante», recuerda. Lleva ya un año remando con las sirenas. «Me hizo sentir útil otra vez. Ves algo que puedes hacer. Normalmente estás limitado, en el brazo operado mismo. Aquí no tienes ninguna. El barco está adaptado», ensalza.

Junto con Merche Díaz, Natalia Blanco, Paula Cristobo, Covadonga Rodríguez, Elena Regueiro, Sandra Sánchez, Elena Castro, Masu Varela, Betty Fernández, Patricia Iglesias, Merchi Garrote, Bea Vilar, Laura Martínez, Rosa Ríos y Yésica Rodríguez, y con la entrenadora Emma Plana al frente, forman parte de este proyecto que echó a andar en agosto del 2022 de la mano de la Universidad de Sevilla y el primer equipo de estas características en nuestro país, Las Leonas del Guadalquivir, y gracias al apoyo del Concello de Ares. Juan Gavala, doctor en Ciencias del Deporte e investigador en la Universidad de Sevilla, puso en marcha este estudio en el 2019 a raíz de la enfermedad de su tía. El objetivo, demostrar los beneficios del remo controlado en las mujeres que padecen o padecieron un cáncer de mama, con todas sus repercusiones.

Su trabajo está dando grandes frutos en Ares donde mujeres de todas las edades están ya «enganchadas» al remo. Covadonga, de 67 años, se sumó este verano y es la veterana. Está en pleno tratamiento de anticuerpos y pastillas de quimioterapia tras diagnosticarle un cáncer de ovario. «Últimamente en vez de venir dos días vengo uno. No quiero gastar fuerzas», reconoce. A Covadonga siempre le gustó el deporte y encontrar una modalidad para esta etapa de la vida le ha ayudado enormemente. «Ha sido una suerte encontrarme en estos momentos con este grupo, esta maravillosa entrenadora y este barco... No tengo más que darle las gracias al Concello de Ares y al Club de Remo», agradece.

A Natalia Blanco le diagnosticaron cáncer de ovario cuando tenía 32 años. Ahora, con 39, es una de las remeras más competitivas del grupo. «Fueron operaciones, quimio y demás. Para mí, al final, una etapa más en la vida que hay que pasar. Después me enteré de este equipo y me vino genial. Te encuentras con otras mujeres que han pasado por lo mismo y te apoyan», valora.

Patricia ha sido la última en llegar. «Me lie la manta a la cabeza y todo el mundo me ha acogido con muchísimo cariño. Además de la importancia del ejercicio físico es una etapa en la que el apoyo psicológico y emocional es muy importante», destaca coincidiendo con sus compañeras. Y es que Patricia está en el inicio del tratamiento de un cáncer de mama, con las primeras sesiones de quimioterapia. Por delante, avanza, le espera la cirugía y radio, por lo que agradece poder compartir sus inquietudes pero, también, desconectar. «Te levantas un día, te dicen ‘Tienes cáncer' y te cambia la vida», lamenta. Ha tenido que dejar de trabajar en la empresa de eventos infantiles de Narón y «tener todo el día para pensar» le pasa factura. «Jamás en la vida se me había ocurrido que a los 54 años me dedicaría al remo», reconoce. Y ahora hasta se pica con su hija. «Me dice que no tengo fondo y yo le pico con que tiene una madre remera», bromea.

«Es lo mejor para desconectar»

Tienen claro el mensaje para cualquier persona que se enfrente a esto. «¿Qué le diría? Que se apunte al remo. Es lo mejor que hay para desconectar. Todas nos animamos», comenta Sandra. Y eso que reconoce que a ella le costó empezar. «Tenía miedo. Pensé que no podría, no tenía fuerza. Y al final aquí estoy», agradece la paciente de cáncer de mama que está a la espera de dos operaciones. «Por eso no quería venir, pero estoy feliz de la vida aquí», ensalza.

A las instituciones les piden: «Que ayuden con otro barco y otra entrenadora para que puedan venir más mujeres», proponen con el deseo de que pudiesen crear más equipos en otros puntos de Galicia.

El Concello de Ares: «Estamos más que contentos. Tenemos en mente adquirir otro barco»

Coincidiendo con el mes dedicado a visibilizar la lucha contra el cáncer de mama, el Concello de Ares hace balance. «Estamos más que contentos con cómo está funcionando», reconoce la concejala de Cultura e Deporte de Ares, Alma Barrón. Apostaron por la idea con la incertidumbre de si las mujeres con cáncer de mama u otras enfermedades oncológicas se sumarían. «El remo cuenta con mucha afición en Ares y, al no haber equipo adulto, había gente sin patología interesada en poder remar. Este grupo, que llamamos de control, sabíamos que íbamos a tener. De hecho, para ellas sí hay lista de espera. Pero entre las mujeres enfermas no sabíamos cómo iban a funcionar y nos sorprendió muchísimo», explica Barrón.

La recuperación física es el punto principal de este estudio con el doctor en ciencias del deporte Juan Gavala al frente. Acude regularmente a Ares y, de la mano de la entrenadora local, realiza un seguimiento de las participantes para las que la «socialización con gente que está pasando por lo mismo» es uno de los grandes beneficios. «El remo es su desahogo y no falta ninguna», destaca la edila.

El equipo será el encargado de leer parte del manifiesto de la jornada que organiza la delegación aresana de la asociación contra el cáncer, que promueve una cadena humana el domingo 22. También han participado este fin de semana en un encuentro con un grupo de remeros de Santander que visita la zona.

Con tan buenos resultados, desde el Concello quieren seguir apoyando la iniciativa. Además del esfuerzo económico con el convenio con la universidad y la compra del barco, Barrón incide en que se adaptaron las instalaciones del gimnasio, renovado los equipos y adquirieron un remoergómetro para la equipación en el gimnasio. «Tenemos en mente poder adquirir otro porque son solo cuatro más la entrenadora», avanza la edila.