Una caja de óleos que le regalaron cuando tenía solo 10 años marcó para siempre la pasión de Montse Gutiérrez
12 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Una caja de óleos que le regalaron cuando tenía solo 10 años marcó para siempre la pasión de Montse Gutiérrez por el arte. Natural de O Seixo, recuerda que su padre veía pintar a Bello Piñeiro. Ella comenzó siendo una niña y más tarde, de la mano de Raimundo Anido, con 17 años, se preparó para poder entrar en Bellas Artes, en la Academia San Carlos de Valencia donde logró licenciarse para posteriormente dedicarse a la docencia, en el instituto de Xinzo primero, y los últimos 30 años en el IES Saturnino Montojo de nuestra ciudad. Al principio su obra entraba dentro de los cánones del expresionismo, pero como todo, ha ido evolucionando hacia lo que ella denomina Pop-Art, que es el estilo en el que ahora disfruta con colecciones como la denominada Mujeres en la cocina y otros dolores de cabeza, que cuelga en los muros de su recién estrenado estudio en la calle Magdalena 168, junto a las Miradas Descaradas de mujeres que protagonizan sus cuadros. Llama también la atención su colección para la que no tiene todavía titulo, pero que define como la de las Ladronas de escudos de superhéroes en la que vemos a niñas pequeñas blandiendo escudos como el del capitán América y otros superhéroes y que también ocupan un lugar destacado en su Estudio Galería. Es una explosión de color. Tras su jubilación como docente, disfruta del nuevo espacio en una etapa muy productiva. Confiesa que expuso mucho en la década de los noventa, si bien aquí en Ferrol solo colgó sus cuadros en una ocasión en la galería Sargadelos cuando estaba en la calle Dolores y otra vez en el Centro Cívico de Caranza. Bromea diciendo que fue la exposición más duradera pero también la que nadie llego a ver porque coincidió con el confinamiento de la pandemia. Ahora abre a quien quiera visitarlo, su bonito estudio en el que encontramos buena parte de su colorista obra con la mujer como absoluta protagonista.