El cartel de la Semana Santa, pórtico de la Pasión de Ferrol

Ramón Loureiro Calvo
RAMÓN LOUREIRO FERROL / LA VOZ

FERROL

CESAR TOIMIL

Rey Varela: «É a conta atrás para ver as rúas cheas de cofrades»

18 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Lo decía, entre los muros del antiguo Hospicio —hoy parte fundamental del equipamiento cultural de la ciudad—, el alcalde de Ferrol, José Manuel Rey Varela: «A presentación do cartel da Semana Santa é a conta atrás para volver a ver as nosas rúas cheas de cofrades, de capuchóns, de marabillosas imaxes, auténticas obras de arte; e para volver sentir no corazón —subrayó el regidor— os tambores e cornetas das bandas participantes, e ulir a incienso....».

Ciertamente, la presentación de la Semana Santa ferrolana es siempre el pórtico de la Gran Pasión del Norte, de la Pasión de Ferrol. Un acto repleto de significación y de contenido, que un año más ha contado con la presencia de autoridades de los más diversos ámbitos, entre las que, además del alcalde de la ciudad, se encontraban el presidente de la Diputación, Valentín González Formoso (quien subrayó el interés del organismo provincial por «impulsar a Semana Santa de Ferrol»), y la delegada de la Xunta, Martina Aneiros.

Antigua Cofradía de Ánimas

En esta ocasión, la imagen elegida para el cartel de la Semana Santa de Ferrol procede de los fondos fotográficos de la Cofradía del Santo Entierro. Una imagen en blanco y negro, iluminada digitalmente, que tiene como protagonista al crucifijo de la antigua hermandad de Ánimas: de la extinta Cofradía de las Benditas Ánimas del Purgatorio. Como recuerda la propia Junta General de Cofradías y Hermandades, «el Crucifijo es todo un símbolo de la herencia que asume la Hermandad del Santo Entierro, organizando la función del Descendimiento y [del propio] Santo Entierro», tal y como la Cofradía de Ánimas hacía, a su vez, en otro tiempo.

El crucifijo que protagoniza esta año el cartel de la Semana Santa de Ferrol fue elaborado en el siglo XVIII por Antonio Rico (la hermandad se lo encargó al artista en el año 1780) y, en principio, solo se utilizaba en los entierros de los cofrades. Actualmente se conserva en la concatedral ferrolana de San Julián, que es donde la Cofradía del Santo Entierro tiene su sede.