
La botadura: un momento emocionante
02 jun 2025 . Actualizado a las 04:55 h.En la sala dedicada a los astilleros en el Museo de la Construcción Naval podemos observar la evolución experimentada a lo largo del tiempo por los «talleres» en donde se construyen los buques.
Los primeros astilleros para buques de pequeño desplazamiento surgían en playas con instalaciones rudimentarias para el almacenamiento y corte de la madera que prácticamente desaparecían al efectuarse la botadura.
Esta sala nos muestra, en primer lugar, la maqueta de un complejo industrial conocido como Carpintería de Ribera. En este taller artesanal se elaboraban las piezas de madera para construir las embarcaciones. En ella, la grada sobre la que se construía el casco del buque, se encontraba ligeramente inclinada y el buque permanecía sobre esta grada hasta finalizarse su construcción.
Este tipo de construcción de carpintería de ribera se extendió desde el Mediterráneo al Atlántico, al Cantábrico y a todas las provincias españolas de ultramar, aunque con algunas diferencias. Astillero es una palabra que procede de astilla, las astillas son los restos del proceso de talado de las piezas de madera, que quedan después de su elaboración para adecuarlas al lugar en donde se ubicaban en el buque.
Como ejemplo de astillero clásico se nos presenta una maqueta muy elaborada de los Reales Astilleros de Guarnizo, en Santander, el astillero más importante del XVII. En este lugar, además del astillero de navíos, había un astillero de fragatas y otro de embarcaciones menores. En la maqueta podemos observar las «muletas», puntales que sujetaban al buque en la grada. Es una fiel reproducción de la tecnología y de los medios en el siglo XVIII. En ella se recrea la zona del dique de maderas, que era el lugar donde se mantenían las piezas de madera sumergidas en agua de mar, antes de proceder a su utilización en la construcción de las embarcaciones. Así mismo podemos contemplar las diferentes etapas del proceso constructivo. Este astillero fue desapareciendo paulatinamente, a partir del momento en que los Borbones construyen los Reales Arsenales de Cartagena, Cádiz y Ferrol.
El navío está aproado a la mar, pues en esta época los navíos se botaban proa a la mar y no es hasta la botadura, en 1753, del navío Eolo (uno de los Doce Apóstoles) construido en el Real Astillero de Esteyro, que se empieza a botar de popa.
Adaptación
A través de los años, los astilleros han ido modificando su configuración para adaptarse a los avances tecnológicos y a los cambios del modelo de explotación y tráfico marítimo. Los sistemas constructivos han evolucionado a medida que la tecnología y los materiales ha permitido la optimización del diseño y los métodos de fabricación. Inicialmente, en los barcos de madera, el montaje se realizaba pieza a pieza, de forma secuencial, sistema que se mantuvo con la incorporación del hierro y las uniones remachadas.
En una etapa posterior, con la incorporación de la soldadura, se fue evolucionando hacia una construcción por bloques de acero —partes del barco que se construyen de forma independiente y posteriormente se unen para formar el casco— que configuraban la estructura, sistema tradicional, para, a continuación, incorporar el armamento. Hoy en día este sistema tradicional ha dado paso a la construcción integrada, donde de forma simultanea se incorporan elementos estructurales y el armamento definido por la estrategia constructiva en los bloques. Esto supuso un avance significativo en la construcción naval reduciendo los tiempos de fabricación y mejorando aspectos tan importantes como la seguridad en el trabajo y la calidad. Estos avances y métodos de construcción han condicionado la configuración, medios de producción y características de los astilleros, mejorando la logística de materiales y medios de elevación y transporte.
En dique seco
Con el aumento del tamaño de los barcos producido a partir de los años 60/70 del siglo pasado, se desarrolló la construcción de los buques en dique seco, conviviendo dos tipos de astilleros: el de Flotadura y el de Grada. En la Sala dedicada a los Astilleros podemos observar un ejemplo de cada uno de ellos:
Una maqueta reproduce el astillero de flotadura de Puerto Real, en la bahía de Cádiz, en donde el buque se construye en dique y, cuando tiene una estructura ya resistente y la estanqueidad adecuada, se pone a flote inundando el dique —de ahí la palabra flotadura— para llevarlo al muelle de armamento. Otra maqueta reproduce el otro tipo de astillero, el de grada, y representa el astillero de Astano en la ría de Ferrol. En ella podemos distinguir las gradas con sus imadas, que son los caminos de deslizamiento del buque para llevarlo a la mar, una vez está listo para navegar.
La construcción del buque en dique la abarata (aunque la inversión necesaria para la construcción de un dique es sensiblemente superior a la de una grada), disminuyendo los riesgos en el proceso de puesta a flote del buque ya que, mientras el barco se desliza en la grada y durante los segundos que dura la botadura, el buque tendrá que soportar fuertes cargas y presiones que en pueden alcanzar los valores más altos de toda su vida operativa.
En la construcción en grada, la botadura se lleva a cabo en dos etapas claramente diferenciadas. En la primera se produce la transferencia del peso del buque desde la cama de construcción, formada por los picaderos, escoras y almohadas que lo han soportado durante la construcción, a la cuna de lanzamiento.
Y en la segunda se lleva a cabo el deslizamiento sobre la grada del buque y cuna de lanzamiento, los cuales van unidos de forma solidaria mediante cables, de forma controlada hasta que flotan libremente.
Los elementos responsables de la transferencia del peso de la cama de construcción a la cuna de lanzamiento, son unas simples cajas metálicas (como la que se puede ver en la sala), llenas de bolsas de arena que son pinchadas para que esta vaya saliendo, lo que hace que el taco baje y se desplace el barco, que «cae» desde la cama de construcción a la cama de lanzamiento. La imada recibe a las anguilas, las cuales están firmes al buque, y se encuentran recubiertas por unas grasas que permiten el deslizamiento del barco.
En ese momento, irreversible en la tecnología de la botadura, el buque queda sujeto por medio de unas llaves en espera del momento del lanzamiento, que coincide con el corte de la cinta que libera la botella que se estrella contra el casco, produciéndose el momento más emocionante para todos los que han participado en la construcción del barco.
Actividades en junio
En junio la Fundación Exponav desarrollará diferentes actividades: en la sala Carlos III se inaugurará el día 3 la exposición Neo-Territorios, un redescubrimiento de la realidad a través de los ojos de jóvenes artistas; los días 25, 26 y 27 habrá unos Talleres infantiles y las visitas guiadas gratuitas del mes serán los sábados 7 y 21.