Ares estudia la demolición de los 98 pisos de Las Anclas: «Pura especulación»

Patricia Hermida Torrente
Patricia Hermida ARES / LA VOZ

ARES

Urbanización Las Anclas, con 98 viviendas justo a la entrada del municipio de Ares.
Urbanización Las Anclas, con 98 viviendas justo a la entrada del municipio de Ares. José Pardo

Fondos de inversión compran y venden la urbanización, una y otra vez, sin legalizarla

04 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Símbolo de los años dorados de las macrourbanizaciones, Las Anclas nació como sueño pero se está convirtiendo en una pesadilla para el Concello de Ares. Ya hace 18 años que se crearon estas 98 viviendas con 29 oficinas, repartidas entre cuatro edificios. Ubicada justo a la entrada de Ares, ofrecía piscina y lujos. Pero como incumplía la legislación urbanística, el Concello aplicó un expediente de reposición. Y desde entonces, Las Anclas siguen en el aire: fondos de inversión compran y venden entre ellos las casas, pero sin legalizarlas. El propio Concello ya estudia iniciar un expediente de caducidad de licencia para ver si se procede a su posterior demolición.

Según el alcalde Julio Iglesias, «si a un vecino se le abre un expediente, incumple y se va a demolición... pues aquí pasaría lo mismo, los fondos de inversión no son diferentes». Actualmente, esa urbanización gigante sigue en manos de un fondo de cobertura. Hay vigilantes de seguridad por la noche y las puertas se tapiaron, para evitar la entrada de ladrones u okupas. El expediente por reposición urbanística fue incoado en su día por el Concello, ya que el promotor no ajustaba el resultado final de la obra a lo contemplado en la licencia otorgada. Todo esto derivaba en la falta de licencia de primera ocupación.

Las Anclas, con las puertas enrejadas.
Las Anclas, con las puertas enrejadas. José Pardo

«Los propietarios siempre vienen al Ayuntamiento a decir que lo van a arreglar y que cumplirán los requerimientos, que harán las obras para cumplir con el marco urbanístico pero no hacen nada», señala el regidor. Julio Iglesias tiene claro que «esto es pura especulación, es una especulación constante en la que unos venden la urbanización, otros la compran y mientras tanto no hay voluntad de hacer nada; solo nos queda iniciar el expediente de caducidad de licencia». Se refiere a que la licencia concedida en su día «ni se cumplió ni se ejecutó, si se declara su caducidad después habría que tirar los edificios, se daría lugar a la demolición».

En su día, el banco embargó la construcción a la promotora. Y el proceso damnificó a particulares que ya habían pagado una entrada de 3.000 euros. «Han sido engaños constantes y no hay voluntad de arreglar este problema, aquí solo se especula con compraventas sin solucionar nada... hay intereses económicos pero el pueblo se merece que se cumpla la legalidad», insiste el alcalde.

Lucha agravada desde 2019

Hace cinco años los dueños tuvieron otra oportunidad. Y el Concello de Ares les concedió una licencia para acometer los rebajes (regresar a las alturas permitidas) necesarios para legalizar la promoción. Al mismo tiempo, la propietaria anunciaba una jornada de puertas abiertas para visitar las viviendas que nunca se llegó a celebrar. Los anuncios estuvieron colgados unos meses en un portal inmobiliario, para después desaparecer. Y los trabajos que permitía la licencia nunca llegaron a ejecutarse. Aquellos pisos y áticos a 250 metros de la playa se ofrecían con piscina comunitaria y jardines; todas las viviendas tenían terraza, garaje y trastero. En 2019, las viviendas se ponían a la venta por precios que iban desde los 60.900 euros a los 99.000 . Después se retiraron del mercado.

Según indican desde el Concello, el macroedificio funcionaría así como una patata caliente. Diversos fondos de inversión se la pasan, pero ninguno legaliza el complejo para ponerlo a la venta.

La urbanización de A Cabana en Ferrol ya se vendió a un promotor local.
La urbanización de A Cabana en Ferrol ya se vendió a un promotor local. CESAR TOIMIL

Las consecuencias del estallido de la burbuja del ladrillo, «nadie está por encima de la ley»

Al contrario de Las Anclas, otras urbanizaciones de la época tuvieron un final feliz. Ciudad Jardín en Ferrol se alzó en el año 2004, su constructora Coinasa quebró, las obras de urbanización quedaron pendientes y parte de los chalés no llegaron a venderse. Todavía en el año 2023 estrenaba licencia de primera ocupación. Y en la pasada primavera, salían a subasta los 34 chalés que quedaban vacíos. Se presentaron ofertas por 32 casas, y alguna rozó los 200.000 euros. Otra urbanización que acaba de venderse, también en Ferrol, es la de A Cabana. Un promotor local se la compró en junio a la Sareb con 30 viviendas y tras 15 años de abandono.

En el caso de Ares, el alcalde se lamenta de que «lo único que interese sea la especulación económica, nosotros queremos que se cumpla la ley... y si un edificio no cumple la ley después de numerosas advertencias al final se tira». Acusa a los fondos de inversión de «crear entre ellos una nueva burbuja, pero nadie puede estar por encima de la ley ni esquivar su aplicación». Tras casi dos décadas de espera, el Concello procederá al estudio de un posible expediente de caducidad «porque esto es una vergüenza».