Un vergel creado por 200 personas con más de 32 toneladas de verde y flores

Patricia Hermida Torrente
Patricia Hermida ARES / LA VOZ

ARES

La tradición de las Alfombras Florales de Ares se pasa entre generaciones: «Hemos demostrado que hay relevo»

21 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

A mayores del gran espectáculo de las Alfombras Florales de Ares, también merece la pena hacer seguimiento de la elaboración. Desde la recogida de flores en los campos vecinos hasta la confección de auténticas obras maestras, que por ejemplo el año pasado cogieron las formas de Son Goku y otros personajes de Dragon Ball, sirenas gigantes o la paloma de la paz tan ligada al Corpus. Como indica Teresa Muíños, al frente de la Asociación Alfombras Florales, este año «fuimos casi 200 personas trabajando, con más de 32 toneladas de verde y flores». Se confirma así que «hemos demostrado que hay relevo».

Por el camino hay noches sin dormir, sobre todo la que va del sábado al domingo: empleada en la elaboración definitiva de las alfombras a lo largo de las calles del centro. Como muy temprano termina a las 06.00 de la mañana, con los alfombreros y alfombreras dedicados posteriormente todavía a recoger y limpiar. Aquí colaboran incluso los visitantes.

La propia concejala de Cultura, Alma Barrón, es alfombrera desde pequeña. «Yo soy de las que colocan de noche, en mi caso sobre las 03.00 de la mañana me voy para mi casa pero después queda mucha gente sin dormir para que todo esté perfecto», indica. Por cierto, los visitantes tendrán un aparcamiento disuasorio en la entrada.

Celebra Teresa Muíños que «esta tradición va en aumento en cuanto a la participación, otros años nos quejábamos de que faltaba gente pero hizo efecto el llamamiento y conseguimos lo importante... que esto se mantenga». Las Alfombras Florales llegan este año a finales de junio, «las flores más abundantes suelen ser las amarillas de campillo pero en estas fechas ya están hechas polvos, así que hay más hortensias y les incorporamos arroz, conchas de playa, sales, serrín».

Detrás también hay una labor de merchandising para impulsar esta celebración, «con venta de neceseres de mano monísimos y de lotería». Teresa cogió la tradición de su padre. Y ahora todos aguardan por ese emotivo momento en el que los niños salen de la iglesia de San José tras la misa del Corpus en procesión, sobre una superficie de ensueño.