
Más de 250 vehículos participaron en la concentración impulsada por el Concello
21 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Las pasión por los coches clásicos desbordó ayer la villa de As Pontes. Vecinos y miles de visitantes recorrieron, aprovechando la jornada de sol y buena temperatura, las principales calles de la localidad minera para contemplar las joyas de cuatro ruedas, algunas casi centenarias, que se dieron cita en la segunda concentración impulsada por el Concello. Un encuentro en el que participaron más de 250 vehículos.
Los amantes del motor tuvieron ocasión de inmortalizar automóviles con solera, como «La rubia», un modelo de doce plazas de Chevrolet, que a finales de los años veinte recorría las ferias del país. Aunque el abanico para elegir era inmenso.
La exhibición, primero en las plazas de la villa y luego en el entorno del lago, donde se celebró, tras la sesión vermú, una multitudinaria comida, facilitó que los curiosos que se acercaron al municipio pudieran ver de cerca y fotografiarse junto a sus modelos o marcas favoritas.
Un recorrido por la muestra permitía observar cómo evolucionó el diseño a lo largo de todo el siglo XX. No en vano, participaron vehículos de los años veinte, treinta, cuarenta y, de ahí, en adelante. Un viaje en el tiempo que propició el reencuentro nostálgico de los más mayores con los turismos en los que aprendieron a conducir. Y a la vez permitió que los más jóvenes descubrieran más allá de Internet, la tele y las fotos, cómo eran los coches que utilizaban sus abuelos y sus bisabuelos.
La edil de Turismo, hostelería, comercio y empleo, Ana Pena, calificaba la iniciativa de «éxito rotundo», tanto por la elevada participación -mucho mayor que en la pasada edición, en la que se contaron unos 170 vehículos- como de visitantes.
«El evento busca fundamentalmente dinamizar la economía local, favoreciendo la llegada de visitantes y que los vecinos salgan a la calle», explicaba la concejala, antes de anotar el impacto importante que la iniciativa tiene en la hostelería y el comercio locales. Detalla que con la idea de incrementar los beneficios que deja en el pueblo, el ayuntamiento apostó en la presente edición por adelantar el inicio de la concentración al sábado, jornada en la que se expusieron y se pudieron comprar vehículos clásicos y recambios para ellos.
«Hubo muchísima gente en la calle. Además de los participantes, la concentración atrajo a numerosos turistas durante el fin de semana», concluye Pena.
La cita contó con vehículos llegados de buena parte de la Península. De hecho, además de una importante presencia asturiana y leonesa, se registraron automóviles llegados desde Madrid y desde Barcelona. Concretamente, tal y como apuntan desde la organización, desde estas ciudades llegaron nada menos que dos Mercedes, fechados en 1943 y 1954, respectivamente.
La segunda Concentración de coches clásicos de As Pontes concluyó, como no podía ser de otra manera, con la entrega de premios. Galardones que recalaron, entre otros, en el auto más antiguo de cuantos se dejaron ver en la villa, en los llegados desde un punto más lejano de la geografía o en el que se encontraba mejor restaurado, a juicio de la organización.