Los socios del club náutico de Espasante, «indignados» por el retraso del dragado

ANA F. CUBA ORTIGUEIRA / LA VOZ

CARIÑO

ANGEL MANSO

Tras diez años «pelexando, burlados e enganados por falsas promesas», culpan a Portos y al alcalde, «por non presionar»

12 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace más de 12 años que se dragó, por última vez, la dársena de Espasante. Y el Club Náutico lleva una década «pelexando, cunha ducia de reunións co anterior e o actual presidente de Portos de Galicia», asegura Juan José Rego, para conseguir «seguridade para as embarcacións deportivas (cerca de cien amarres) e profesionais (siete)». El responsable del club y el secretario, Antonio Rego, reflejan «a indignación dos socios», que se sienten «burlados e enganados por falsas promesas». Y culpan de la situación a Portos y también al alcalde de Ortigueira, el popular Rafael Girón, «por non presionar».

Los representantes del Náutico admiten la escasez de recursos y entienden que «hai que establecer prioridades» pero, en este caso, denuncian, «falta vontade política; con outro alcalde xa estaría dragado». Lamentan que la Confraría de Pescadores, que antes compartía su reivindicación, prefiera mantenerse al margen, «condicionada pola axuda que recibe do Concello». Y advierten del «castigo» que recibirá el actual gobierno local en las urnas.

El regidor asegura que su gobierno «sigue considerando fundamental el proyecto de mejora de las condiciones de abrigo del puerto». Afirma que fue él quien planteó esta demanda de la cofradía al anterior presidente de Portos y que es «el primer interesado» en que se lleve a cabo «este compromiso con los vecinos». Añade que «han sido muchas las reuniones con Portos» este mandato. En la última, la semana pasada, se le informó de que «el proyecto está pasando los trámites ambientales; una vez resueltos se ejecutará de inmediato».

El Club Náutico acusa a Girón de «emplear» fondos destinados a Espasante en la playa artificial de Ortigueira. Urge el dragado y la construcción de un dique de abrigo que permita fondear «sen perigo». «Os barcos de baixura tiveron que abandonar, fan base en Cariño (...); en baixamar a maioría das lanchas quedan en seco e no resto debaixo da quilla hai 30 centímetros de auga», arguyen.