División en Cedeira por las obras de la playa: ¿Regeneración o degradación?

A. F. C. CEDEIRA / LA VOZ

CEDEIRA

La protesta de ayer se celebró a la entrada de la playa
La protesta de ayer se celebró a la entrada de la playa CEDIDA

El Concello defiende el proyecto de Costas, «que recupera o sistema dunar natural», y vecinos lo rechazan por el impacto ambiental y paisajístico

17 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El inicio de las obras de la playa de A Magdalena ha generado una clara división en Cedeira. Mientras el Concello entiende que el proyecto de Costas busca «devolverlle á praia e ao cordón dunar as súas condicións naturais, que perdeu hai anos por accións humanas e dos temporais», un movimiento vecinal cada vez más importante considera que la pretendida regeneración supone, en realidad, la degradación de las dunas, por los daños medioambientales y paisajísticos. El gobierno local admite «o impacto visual e mesmo emocional» de las obras, pero insiste en que tanto el proyecto como la declaración de impacto ambiental «foron sometidos a información pública, sen que nin un só veciño presentara alegacións, mentres os grupos políticos de Cedeira o aprobaron por unanimidade».

En un comunicado con el que pretende «aclarar» lo sucedido, el Ayuntamiento repasa los avatares sufridos por la playa desde 2001, con una aportación de 150.000 metros cúbicos de arena para recuperarla; otra en 2009; o la colocación de una empalizada en 2014. Insiste en que «a presenza de vexetación colonizadora ten impedido o normal funcionamento do conxunto duna-praia, alterando o equilibrio do ecosistema». De ahí, esgrimen, la necesidad de encontrar «unha solución integral e definitiva, a deseñada por Costas [Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico]».

En la nota enumeran las acciones previstas: «Control da regresión da liña de costa e protección da área urbana [...], coa achega duns 55.000 metros cúbicos de área para ensanchar a praia»; construcción de un espigón corto de encauzamiento en la margen izquierda de la desembocadura del río Condomiñas, de 77 metros, y otro de madera de 102 para encauzar el regato de A Veiga; la reconstrucción del sistema dunar, «eliminando toda a materia vexetal deixando só o substrato areoso inferior (retirada especies arbóreas e herbáceas colonizadoras); y creación de dos nuevos accesos peatonales (de madera) a la playa.

El Concello insiste en desmentir «a suposta destrución do sistema dunar»: «É o contrario, as obras van permitir recuperar a duna para devolverlle a configuración de 1956». Un número creciente de vecinos cuestiona «as supostas bondades deste proxecto». El naturalista Rafael López Loureiro sostiene que «se se pretendese rexenerar en serio o sistema dunar, habería que plantexarse derrubar todo o ensanche, até a Chousa [...]; o que arrasou a maquinaria era un parque urbano asentado nun cordón de dunas e que, valoracións estéticas ao lado, criara un mundo biolóxico de seu en absoluto desprezable e que gardaba interesantes taxóns botánicos, entomolóxicos e algo menos paxareiros e faunísticos».

«Queremos que paren a obra e ver se se pode encontrar unha solución alternativa que non implique a destrución da praia e a biodiversidade», incide María Villar, vecina, promotora de la campaña de recogida de firmas y una de las artífices de la protesta celebrada ayer. «Obras, así non», rezaba una de las pancartas. Al grupo presencial se sumaron 80 personas vinculadas a la localidad pero que no podían asistir, a través de la fila cero.