Hace medio siglo que desapareció una de las empresas del grupo Rivera Seco que multiplicó su actividad gracias a encargos de Astano, también formó a millares de obreros del naval
26 jun 2024 . Actualizado a las 13:02 h.Hace medio siglo que desapareció la Ran, la pionera de las empresas auxiliares del naval. Nació fruto de la alianza de Emilio Fernández Rey, y el director y fundador de Astano, José María Gonzales-Llanos. Fernando Fernández, nieto de un fundador, asegura que su final se debió a la «absorción total de la compañía por parte del gigante astillero, cuyo objetivo era el inicio de la era de los grandes superpetroleros con personal muy cualificado».
La Ran fue fundamental para formar profesionales del sector naval. Todo comenzó cuando cuatro socios, Emilio Fernández Rey, Nicolás Rivera Seco, Antonio Rivera Seco y Ramón Rivera Seco, crearon las industrias Rivera Seco en marzo de 1958. En un principio abrieron un aserradero, una cantera (Reboredo) y tres talleres: uno mecánico, otro de carpintería y un tercero de calderería y forjas. También iniciaron una importante actividad de construcción y obras. Rivera Seco estaba al lado de su principal cliente: el astillero de Astano.
El nieto de Emilio Fernández recuerda que andando el tiempo el «aserradero y taller de carpintería dirigieron su actividad principal hacia Astano, Pebsa y la empresa del grupo Rivera Seco, bajo el nombre de Ran montajes» y precisamente Ran será el nombre que se hará popular para designar a todo el conjunto de industrias Rivera Seco, que llegó a tener tantos empleados como los astilleros en la actualidad.
«Es fundamental hacer una parada en la historia de la Ran: esta empresa se constituye en 1961 y su actividad principal consiste en las subcontratas que le realiza Astano, y como tal, se dedica a la construcción y reparación de todo tipo de buques —cuenta Fernando Fernández—. La Ran está dirigida por mi abuelo, Emilio Fernández Rey, como director gerente, y su socio Nicolás Rivera Seco, que comenzó como calderero y fue un profesor fundamental para la plantilla».
Entre los años 1962 y 1965 la Ran llega a tener 1.200 obreros, «convirtiéndose en una cantera de profesionales para el naval, se puede decir, que la Ran es la verdadera auxiliar de Astano en aquellos años», apuntan desde la familia. Las enseñanzas de Emilio y sus colaboradores a los trabajadores eran como una FP acelerada, ya que los catapultaban a la plantilla fija de los astilleros.