El año de la transformación de los astilleros de Navantia

A. U. Serantes FERROL

FENE

cedida

Fene eliminó las gradas mientras Ferrol coloca los primeros pilares de la nueva fábrica digital de bloques

01 ene 2025 . Actualizado a las 14:33 h.

El 2024 ha sido un año de transformación para los dos astilleros que Navantia tiene en la ría de Ferrol. En Fene, el proceso de reforma integral del astillero —incluido en Navantia Seanergies, la división verde de la compañía pública— se llevó a cabo con la factoría en activo y con un contrato de fabricación de 14 monopilotes en marcha. Uno de los mayores cambios que experimentó la antigua Astano fue la supresión de sus emblemáticas gradas para ganar más espacios de trabajo y manipulación para las grandes estructuras que sujetan los aerogeneradores en los parques de eólica marina.

La empresa navarra Erri Berri fue la adjudicataria de los trabajos, y tuvo desplazados al lugar diversos medios materiales y profesionales, que acometieron un proyecto con un plazo de ejecución de siete meses y un presupuesto de 1,2 millones de euros.

Con la desaparición de las infraestructuras por las que en su día recibieron su bautismo de mar los conocidos como superpetroleros, la factoría ganó un 300 % más de superficie para el movimiento de las cimentaciones, pasando de las seis celdas de trabajo con las que contaba a 24. Las gradas, cuya construcción se inició a mediados de la década de los cincuenta del siglo pasado, tenían 377 metros de largo, aunque una era más ancha que la otra (58 frente a 49).

Por su parte, en Ferrol en una parcela anexa a las gradas, avanza la construcción de la fábrica digital de bloques de Navantia, que se convertirá en el mayor taller naval del país. La empresa adjudicó la obra civil hace un año a Acciona por 53 millones. La nueva infraestructura será clave para la modernización del astillero. En el taller convivirán los operarios con robots que elevarán la automatización en la fabricación de barcos.

El edificio, de estructura metálica y planta rectangular, tendrá 500 metros de largo y 90 de ancho, además de ocupar una superficie de 45.000 metros cuadrados, distribuidos en tres grandes zonas: aceros, armamento y volteo. En este último módulo se alcanzará una altura máxima de 30 metros.

La edificación estará concluida en el 2025 y la fábrica, una vez que se complete el equipamiento tecnológico, podrá entrar en funcionamiento en el año 2026. De hecho, las líneas robotizadas de soldadura están ya almacenadas y preparadas para el inicio de su montaje, que comenzará precisamente por la nave de aceros a principios del año próximo.

La fábrica de bloques será una planta totalmente digitalizada, automatizada y robotizada, y sustituirá el proceso de soldadura tradicional en la fabricación de las secciones que integran los barcos por otra de tecnología láser híbrido, «mejorando sustancialmente las prestaciones».