Las trampas del puente de As Pías: grietas en el asfalto, desniveles y hasta falta valla

FENE








«Está hecho un horror, muy dejado», denuncian los viandantes
23 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Asfalto agrietado, baches, basura en la acera, maleza en los márgenes, óxido en las barandillas y, en algunos tramos, está rota y desprendida, como en la zona donde hace meses un taxi se precipitó a la ría. Son solo algunos detalles de los aproximadamente dos kilómetros de longitud del puente de As Pías, que une las urbes de Ferrol y Fene, que pide a gritos una intervención de mantenimiento. «Está hecho un horror, muy dejado», advierte Mercedes Ríos, que pasea con sus amigas Fina y Montse. Viven en Fene y a diario caminan entre 12 y 15 kilómetros, por lo que cruzan el puente con frecuencia. Y enumeran una multitud de deficiencias. «La zona donde se cayó el taxi sigue igual, sin arreglar, con una verja de obra por encima. Hay mucha suciedad, de pescadores o de gente que pasa y tira latas, restos de comida... Y en la zona llegando a Ferrol, como están con las obras, está fatal», describe Mercedes. Fina añade lo «peligroso» que puede llegar a ser. Y es que algún «susto» ya se han llevado. «Más de una vez hemos tenido que echarnos a un lado, nosotras vamos siempre pendientes», señala Fina.
El grupo de amigas regresa hacia Fene mientras que, por la acera contraria, pasean los vecinos de San Valentín Juan Puso y José Luis Beceiro, este último con movilidad reducida y en silla de ruedas motorizada. «Lo peor del puente es un salto que hay por el que no puedo pasar», denuncia José Luis al referirse a un pronunciado desnivel a la altura de la zona reconstruida tras el accidente del Discoverer. Ese desnivel en una junta de dilatación sin sellar provocó que un día, al ir sin compañía, no pudiera avanzar. «Me quedé en Ferrol y me tuvieron que traer porque no podía pasar», recuerda.

Para los jóvenes Anxo Bouza y Pablo Soler el mayor problema es la sensación de inseguridad. «Es bastante peligroso porque los coches van a toda velocidad», lamenta Anxo. Lo conocen al dedillo. Viven en Fene y lo cruzan caminando a diario para ir al gimnasio en A Gándara. Pablo cree que lo peor es en invierno. «Cruzar el puente un día de mal tiempo, con lluvia, viento y los coches tan rápido, es súper peligroso. Hace unas semanas, con los temporales seguidos, decidimos dejar de ir», cuenta. Pablo también lo cruza en coche para asistir a clases de un ciclo de FP. «Me lleva una compañera y siempre me fijo en trabajadores del astillero que van en patinete, me dejan alucinado», reconoce.
El mal estado del asfalto provoca que muchos conductores de patinetes y bicicletas opten por circular por la acera. «Algunos te pitan y te avisan al adelantar, pero otros no y te dan un buen susto», advierte Mercedes.
A Enrique Bueno, vecino del barrio ferrolano de Esteiro, le encanta recorrer la ría en bicicleta. «Paso por aquí a diario», comenta. Pero ha tenido problemas con la Policía Local y Tráfico sobre si debe circular por la calzada o por la acera. «Ya voy mayor y por la carretera me da miedo. Pregunté a la policía y me dijeron que podía ir por la acera respetando a los peatones», explica. Aboga por la «educación y el civismo», porque asegura sentirse más seguro por la acera debido al mal estado del firme y a la velocidad de los coches. «Parece que ha bajado un poco el desnivel en la zona que se reconstruyó tras el accidente, pero sigue habiendo una subida pronunciada y al pasar con la bici pegas un buen salto», describe.

Peatones, por la derecha
Desde el acceso por Fene existen carteles que indican por qué acera caminar según el sentido —Ferrol o Fene—: siempre por la derecha. Sin embargo, no ocurre lo mismo en el margen ferrolano, lo que genera confusión. «Un día me llamaron la atención porque iba mal, aunque yo podría ir por la carretera, pero no me atrevo con los coches», explica José Luis desde su silla de ruedas.
Otra deficiencia que denuncian los viandantes es la falta de pasos de peatones. «No puedes cruzar. No hay más que uno arriba, ya en Fene», apuntan Mercedes, Fina y Montse.
Desde el accidente del Discoverer Enterprise hasta el taxi que cayó a la ría
El puente de As Pías, inaugurado el 16 de octubre de 1968, es una infraestructura clave en la conexión entre Ferrol y Fene, reduciendo la distancia entre ambas localidades en ocho kilómetros. Su construcción, con un coste de 246 millones de pesetas, fortaleció la comunicación entre los astilleros.
El 13 de enero de 1998, un hecho marcó la historia del puente cuando la plataforma petrolífera Discoverer Enterprise se soltó de sus amarres en Astano debido a un temporal y colisionó con la estructura de madrugada, destruyendo un tramo de 100 metros y dejando a Ferrol prácticamente aislado. Afortunadamente, no hubo víctimas, y el puente fue reconstruido en tiempo récord, reabriendo al tráfico el 10 de marzo de 1998 con cuatro carriles en lugar de dos.
Más recientemente, el pasado mes de noviembre, el puente fue escenario de otro accidente notable. Un taxista perdió el control de su vehículo mientras circulaba en dirección a Ferrol y se precipitó a la ría. Milagrosamente, el conductor logró salir del coche y nadar hasta la orilla. El accidente causó daños en la barandilla y en una farola.