Las tapas de registro de la calzada de Basquiños vuelven a estar sueltas
14 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Los vecinos de Basquiños ya no saben a qué puertas tocar para solucionar un problema que arrastran desde hace años y que no han conseguido resolver definitivamente ninguna de las empresas de servicios de la ciudad ni el propio Ayuntamiento. El problema no es otro que la falta de sujeción adecuada de las tapas de registro que hay en la calzada, lo que evitaría que se suelten por el paso constante de vehículos sobre ellas. Al estar sueltas, provocan un ruido «insoportable e incompatible con el descanso», explica Galo Martínez, uno de los afectados.
El ruido durante el día queda algo más camuflado por el barullo generado por las actividades diarias, «pero por la noche es terrible. Hay menos circulación, pero cuando pasan los coches se escucha alto y claro el ruido del golpe de un hierro contra otro». Tal es la situación que, «cuando llevamos muchos días sin dormir nos marchamos de casa. Vamos unos días a Fene para recuperarnos». El hombre considera que es de los más afectados, porque «tenemos el dormitorio para la rúa Basquiños. Otros vecinos me dicen que duermen hacia atrás y lo soportan mejor». Galo Martínez reclama atención para una situación que «puede solucionarse. Hubo momentos en que estaban todas sueltas, ahora es la que está delante de mi casa y empieza a moverse otra». En la calle hay decenas de registros solo en la calzada, y unas 400 contando las de las aceras.
Las tapas se cambiaron por otro modelo, se probó un sistema diferente de anclaje, e incluso se colocó alrededor de ellas un material diferente; todo para conseguir que cesara el ruido que soportan día y noche los vecinos. Hace unos meses parecía que la última intervención había funcionado, pero la dicha duró poco tiempo. En agosto del año pasado, Galo Martínez volvió a alertar de que la tapa situada junto a su casa estaba suelta. «Mandé escrito, reclamaciones, pero no vienen a arreglarla», explica. En este caso la tapa es de la empresa suministradora de energía eléctrica, que «me notificó que vendría entre el 10 y el 17 de marzo», pero no fue así. Hace unas semanas mandó un aviso diciendo que estaba rota, «y vinieron rápidamente, pero al estar suelta y no rota, no hicieron nada». En algún momento se planteó actuar por su cuenta, «les dije que de madrugada, colocaba una goma alrededor para que cesara el choque de hierros, pero me advirtieron que me exponía a una multa por tocar una propiedad privada».
Martínez consiguió que le explicaran que el problema era que el Concello no daba permiso de ocupación de la vía pública. Tras horas de investigación, visitas a la empresa y al Concello, y tras nuevos escritos, «me dicen que no tienen ninguna petición. Cuando les doy el número de expediente me dicen en el Concello que hay muchas peticiones de ocupación de vía pública y que espere mi turno. Es una total falta de empatía con el bienestar vecinal».