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Luis Ruibal, entrenador del Tirso, y los integrantes del OAR, entre ellos Miguel Loureiro, serán protagonistas de sendos homenajes en Ferrol en diciembre
27 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El fotógrafo de La Voz les propone a Luis Ruibal (Ferrol, 67 años) y Miguel Loureiro (Ferrol, 61 años) agarrar la red de la canasta de la Praza Vella. La alcanzan sin problema, los dos siguen siendo unos bigardos, aunque entre risas aseguran estar tan «oxidados» como esas cadenas. «Este aro torcido podría ser un símil de nosotros: la caída de dos grandes tipos», dice Miguel. Antes de eso, eso sí, deja claro que todavía podría hacer un mate.
Llevan un tiempo posando, pero no paran de sonreír, al igual que lo hacían cuando jugaban al baloncesto. Antes de acabar, piden un cambio de brazo de agarre a la red -«a ver si vamos a coger postura», avisa Luis-. No paran de hablar del deporte que más les gusta. «Entiendo que es un poco rayante y a veces intento abstraerme, pero es prácticamente imposible», se disculpa Miguel. Y es que cuando no quieren pensar en él, rápido aparece alguien por la calle que se lo recuerda, «y ya empiezas otras vez con el baloncesto». «Fueron tantísimos años que es algo que llevas ahí dentro, nos hizo disfrutar mucho», justifica otra vez Loureiro. Él y Ruibal serán protagonistas en sendos homenajes a principios del próximo mes.
El primero, en la tarde del 6 de diciembre, será una fiesta en FIMO dedicada a todo el OAR, del que el león de Canido y otros muchos fueron parte importante. Tres días más tarde, el 9, el Tirso rendirá honores a la figura de Luis Ruibal, que pasó allí cuatro décadas, 10 años de jugador y los 30 como entrenador, hasta que se retiró en el 2016. «Conocí a grandes compañeros y, sobre todo, muy buenos amigos», subraya. En su trayectoria también lucen equipos como el Concepción Arenal, el Bazán y también, como Miguel, el OAR. «Tengo la suerte de decir que jugué donde me quisieron y también donde quise», añade.
«Tengo la suerte de decir que jugué donde me quisieron y también donde quise»
«El físico de Luis cuando era jugador engañaba mucho -recuerda Loureiro-. La técnica individual de tiro que tenía y las posiciones que podía ocupar lo hacían muy completo. Te metía 20 o 30 puntos sin que te dieras cuenta, era bastante complicado pararlo». El extécnico del Tirso le devuelve el halago: «Yo al lado de Miguel como jugador no soy nadie». El homenaje en el colegio dará inicio a las 11.00 horas con partidos de exhibición y continuará con una comida a las 14.30 en la feria de muestras.
«Hay morriña por el OAR»
La fiesta oarista comenzará a las 16.00 horas, con partidos de veteranos y pequeños, exposiciones e incluso conciertos. «Es una xuntanza para que la gente pueda recordar y acercar posturas para llevar a cabo más iniciativas», explica Miguel. «El OAR es un sentimiento romántico -continúa-, hay muchísimas gente que participó en él y siente añoranza, tiene saudade y hasta morriña». Parte de los que se sienten identificados con este mensaje están ahora fuera de Ferrol y, como anuncia el exjugador, viajarán para estar presentes. «Ese día Ferrol va a brillar con tantas estrellas reunidas», adelanta.
«El OAR es un sentimiento romántico»
Será una jornada para recordar el largo anecdotario de Punta Arnela y A Malata. Momentos como los ascensos o la victoria por 92-78 sobre el Real Madrid el 22 de febrero de 1981. «Es una de las fechas que más recuerdo porque siete días antes había nacido mi primera hija», rememora Loureiro, que pasó allí 15 temporadas.
Cuando el OAR estaba en la ACB, el Tirso llegó a tener 13 equipos solo de minibásquet, asegura Luis. En el colegio «siempre hubo calidad por la cantidad» y aún a día de hoy «continúa siendo una buena cepa de iniciación», valora Ruibal, que marcó a varias generaciones desde la banda: «Es un orgullo coger a unos niños de 8 años y dejarlos con 18, con muchas satisfacciones por medio». Era exigente y, gracias a ello, en el Tirso lideró a varios de los equipos más competitivos que se vieron en las categorías inferiores en la ciudad, entre los que uno incluso llegó a ser quinto de España. Sobre su fuerte carácter, también recordado, aclara que «las personas somos igual que los animales, y hay un refrán que dice: ‘Perro ladrador, poco mordedor’».
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«Gente que quiso el baloncesto»
Durante la conversación, salen nombres como José Paz, Pastor y Fray Luis en el Tirso, o Juan Fernández y Tomás Ruibal en el OAR. «Y podríamos mencionar muchísimos más, hay tanta gente que quiso el baloncesto en esta ciudad...», afirman. Por ello, los homenajes se extenderán «a todos los que hicieron tanto» por su deporte. «En mi caso, eso sí -apunta Luis-, el reconocimiento había que hacérselo a mi señora Ana, a mis hijos Luis, David y Sergio, y a Rosa. Aguantaron mucho y ahora merecen ellos más, que yo ya disfruté en el campo». Lo que no se sabe es si lo podrán ver de corto. «En este momento echo canas, canastas no sé si estoy preparado», bromea. Mientras, para el partido de veteranos en FIMO, Miguel avisa que se está entrenando físicamente. «De competir uno nunca se olvida», concluye.
LAS FECHAS
6 de diciembre (FIMO, 16h). La fiesta del OAR, «Nacidos en tierra de baloncesto».
9 de diciembre (Tirso, 11 h). Homenaje a Luis Ruibal, con partidos y comida a las 14.30.