¿Sabías que un submarino alemán fue hundido en la entrada de la ría?

MUSEO NAVAL FERROL

FERROL CIUDAD

CEDIDA

Rememoramos la singular «varada» en Ferrol del UC-48, en las postrimerías de la Primera Guerra Mundial

07 oct 2018 . Actualizado a las 19:44 h.

Se cumplen ahora 100 años de un hecho poco conocido en nuestra ciudad, que se podría calificar como una historia de hombres honrados, leales a sus respectivos países que lograron alcanzar una buena amistad, pero sobretodo patriotas. Todo comienza con la entrada en Ferrol de uno de los temidos submarinos alemanes, concretamente el UC-48.

Tras un descenso brusco en combate, el submarino perdió el control y acabó impactando contra el fondo rocoso, sufriendo la rotura de uno de sus tanques de fuel. Ante la imposibilidad de volver a su base, el comandante Helmut Lorenz tomó rumbo a Ferrol con la idea de reparar la avería en el Arsenal. El plan era reparar el tanque lo antes posible y partir de nuevo, pero había un problema, y es que España como país neutral no podía acoger en sus muelles a un buque, de cualquiera de los bandos enfrentados, durante más de 24 horas.

Los daños que presentaba el submarino eran considerables, por lo que resultaba imposible repararlo en pocos días. Fue así como el comandante alemán asumió que debía quedar retenido en Ferrol, con su tripulación, hasta que la guerra finalizase. Para asegurar su permanencia, las autoridades locales le retiraron la telegrafía y se desmontó su artillería, quedando amarrado en el dique de San Julián. Cuando la Guerra concluyó, con Alemania derrotada, el submarino pasó a ser propiedad del Estado francés como compensación por los daños sufridos, y su destino sería Brest.

La parte humana de esta historia la encontramos en la amistad que nace entre el comandante del Submarino y el Almirante del Arsenal, se cuenta que incluso todos los domingos después de la misa lo invitaba a comer en su domicilio. Fue así que cuando el Comandante se enteró de lo que se le venía encima, intentó fugarse con el buque y su tripulación.

Unos días antes de la llegada de los franceses a Ferrol, el 14 de marzo de 1919, el Jefe del Arsenal ordenó al comandante Lorenz que encendiese máquinas dentro de la dársena para probarlas, y fue entonces cuando soltó amarras y salió a toda máquina en dirección a la bocana de la ría con su tripulación en cubierta. En su escapada por la ría se cruzó con la corbeta Villa de Bilbao y el crucero Río de la Plata, que no pudieron hacer nada para detenerlo, se dispararon varias salvas de aviso, pero el submarino proseguía con su rumbo; finalmente el Torpedero número 14 alcanzó al sumergible a la altura de Punta Segaño, obligándole a detenerse. Cuando el comandante español le exigió a Lorenz que entregase la nave, el alemán le respondió que su misión era hundir el buque de su mando antes de que pasase a manos francesas. Las salvas que se lanzaron al aire no fueron suficientes para advertirle, y tras desaparecer la tripulación de la cubierta, el submarino se sumergió de pronto, perdiéndose de vista.

Cuando todos pensaban que el submarino se escaparía, aparecieron de repente sus tripulantes flotando en la superficie del mar gracias a sus chalecos salvavidas. Habían abierto una de las escotillas del submarino para hundirlo y dejarlo a 30 metros de profundidad, abandonando la nave mientras ésta se perdía en el fondo del mar. Tras el hundimiento muchos han sido los buceadores que han ido en la búsqueda del UC-48, al parecer fue encontrado en junio de 1956, siendo dinamitado para partirlo y extraerlo en varios trozos, quedando aún en el fondo parte de sus restos.

Ven al Museo Naval de Ferrol y te contamos más cosas (abierto de martes a viernes, de 9.30 a 13.30 h; sábados, domingos y festivos, de 10.30 a 13.30 h). Más información en la web del museo http://armada.mde.es/museonavalferrol y visitas guiadas en la dirección de correo: museonavalferrol@fn.mde.es