Mañón amplía a O Barqueiro, Ribeiras do Sor, San Fiz y Mogor la prohibición de consumir agua del grifo
MAÑÓN
El Concello achaca el problema, que desde el jueves ya afectaba a la Vila y el Porto de Bares, al bajo caudal del río Sor
29 sep 2023 . Actualizado a las 14:11 h.Los vecinos de Ribeiras do Sor, San Fiz, O Barqueiro y Mogor tampoco pueden consumir el agua de la traída municipal. El alcalde de Mañón, el popular Alfredo Dovale, ha emitido un segundo bando esta mañana, en el que extiende a estos núcleos la prohibición, en vigor desde el jueves en la Vila y el Porto de Bares.
La medida afecta a todos los usuarios que se abastecen de la estación de tratamiento de agua potable Por da Tronca, en Ribeiras do Sor. Los resultados de las últimas analíticas alertan de una concentración de trihalometanos —compuestos químicos que se generan durante el proceso de potabilización por la reacción de la materia orgánica— mayor de la permitida para garantizar el consumo con seguridad para la salud.
El regidor atribuye esta situación al bajo caudal del río Sor, del que se nutre la traída municipal. «Hay arrastres, que reaccionan cuando se le echa cloro al agua», explica. Antes las quejas de algunos vecinos, asegura que el Concello avisó en cuanto tuvo conocimiento del resultado de las analíticas, el jueves para la Vila y el Porto de Bares, y este viernes para el resto de núcleos y parroquias afectados. E insiste en que tanto el punto de captación como los depósitos «están perfectamente limpios».
«Se supera muy poco el límite, pero nuestra obligación es avisar a la población», señala Dovale. Indica que «se están limpiando los filtros de la depuradora cada diez horas (lo que consume diez mil litros de agua cada vez) para tratar de mitigar el problema» y avanza que el lunes se tomarán nuevas muestras para conocer la evolución.
«Espero que sea cuestión de días... muchos vecinos tienen traídas particulares, pero si se alarga tendremos que tomar otro tipo de medidas», dice, sin precisar. Informa, por otro lado, de que el Concello ha encargado a un laboratorio que analice las fuentes públicas de las zonas donde se prohíbe el consumo de agua del grifo, «para tener la seguridad de que el agua es potable». Muchos vecinos se abastecen de estos surtidores para beber.
El mandatario local recuerda que se prohíbe el consumo de agua y su utilización para cocinar, «para eliminar posibles riesgos para la salud», y que sí se puede emplear para el aseo personal y otros usos domésticos.