Agroflor, la única cooperativa gallega de la flor reina en Narón: «Naceu en 1985 grazas ás mulleres dos afectados pola reconversión»

Patricia Hermida Torrente
Patricia Hermida NARÓN / LA VOZ

NARÓN

Fran Pico, María José Manivesa y José Antonio Freire, en Agroflor con siemprevivas.
Fran Pico, María José Manivesa y José Antonio Freire, en Agroflor con siemprevivas. CESAR TOIMIL

Va camino de 40 años de éxitos con superventas como sus siemprevivas, los grelos o los pimientos de O Couto; y presidida por una programadora informática que se dedicó al rural por circunstancias familiares

20 may 2024 . Actualizado a las 16:38 h.

En un estallido de violeta, amarillo y rosa; las siemprevivas representan la gran resistencia de la ría de Ferrol. Y reinan como unas de las estrellas de Agroflor (en Narón), la única cooperativa de flor que queda en Galicia y otro símbolo de la supervivencia comarcal. Nació en agosto de 1985, impulsada por mujeres de trabajadores perjudicados por la reconversión de los astilleros. «Somos fillas da crise naval pois a cooperativa xurdiu por necesidade: naceu en 1985 grazas ás mulleres dos afectados pola reconversión, a crise foi moi forte e a xente colleu medo», explica la presidenta, María José Manivesa Picado. Las familias montaron invernaderos de flor como actividad complementaria. Las mujeres vendían por las tiendas, pero los precios se devaluaban: «Así que decidiron tomar un café e crear esta cooperativa».

Gracias a la fuerza de aquellas emprendedoras, Agroflor resiste en el polígono de A Gándara como única en su especie: «Antes era un sector moi importante para a economía galega, agora hai moito mercado pero non temos produción». Actualmente cuenta con una treintena de socios, pero llegaron a ser casi cien. «A xente foise xubilando e falta o relevo xeracional», explica María José, acompañada del vicepresidente, José Antonio Freire López, y del ingeniero técnico Fran Pico Sanjurjo (que programa todas las plantaciones).

Fran Pico, María José Manivesa y José Antonio Freire, en el invernadero de Agroflor.
Fran Pico, María José Manivesa y José Antonio Freire, en el invernadero de Agroflor. CESAR TOIMIL

De la informática al cultivo

A mediados de los 80 también se inició en el mundo de la flor esta programadora informática de Paderne, debido a circunstancias familiares. «Enfermaron os meus pais, que eran maiores e eu filla única; non eran os tempos das axudas actuais e quedei na casa empezando a producir flor», recuerda María José. Al principio vendía a un mayorista pero no le sacaba rendimiento, así que se juntaron cinco amigas y formaron una sociedad agraria de transformación (SAT): «Tiñamos 23 anos e eramos unhas nenas». Se iniciaron preparando unos paquetitos de flores, «metimos todo o material nos coches dos maridos para envialo por España adiante, axudáronnos como comerciais». Pero con el aumento de las cargas familiares, entraron en las cooperativas.

La de Narón ofrece asesoramiento técnica y venta, «nunha empresa de economía social na que como socio es o teu propio xefe». Las otras cooperativas fueron desapareciendo por falta de relevo «e porque parece que hoxe somos máis individualistas». Los 30 socios de Agroflor operan desde Ferrolterra, A Mariña o la zona de Betanzos, produciendo flor, huerta y verde (tullas, camelias, laurel). Las flores se venden en la tienda de Aglofor en A Gándara, además de en pequeños establecimientos y grandes superficies (Alcampos de toda Galicia). El producto de huerta se ofrece en pequeñas y grandes superficies, pero no en la tienda propia. Todo se mueve por toda España.

La flor más vendida es la siempreviva (statice o limonium): «Hai anos o 80 % era clavel pero agora a xente quere secas que duren moito e con moita cor». En huerta triunfan lechuga, tomate, judía, grelos y pimiento de O Couto.

 

«Ti traballas, ti defendes o teu»

El 80 % de los socios son mujeres: «Esta cooperativa deulle valor á muller como empresaria, a xunta rectora está formada por seis membros e cinco son mulleres, pero é difícil que elas veñan porque xa teñen suficiente traballo». Para María José, «resulta enriquecedor que elas defendan o seu traballo, eu son a primeira muller presidenta, antes os presidentes tiñan outras ocupacións e eran os maridos das que rexían a explotacións... pero se ti traballas, ti tes que defender o teu».