La juguetería Din Don de Narón sufre dos robos cometidos por el mismo ladrón en dos días: «Aquí entran hasta con abrigos agujereados para llevarse muñecas»

En plena campaña de compras para la Navidad, la juguetería Din Don ha sufrido un fin de semana de lo más agitado por culpa de un ladrón. El establecimiento de Narón abrió sábado, domingo y lunes. Y tanto el sábado como el lunes sufrió la incursión de un hombre que se llevó al menos tres juguetes, y que incluso entró con la misma ropa. Ya el lunes, una de las dueñas consiguió echarlo y su propio hijo lo persiguió hasta pillarlo in fraganti intentando saquear la librería Galicia. Cuando lo cazó metiendo acuarelas en una bolsa, el chico le dijo al ladrón: «Qué campeón, ¿te ayudo?».

Al frente de la juguetería Din Don en Xuvia se encuentran Mari Fernández y su nuera María Amil. Las dos socias vivían el sábado una jornada llena de gente, «de esas que son aprovechadas por los cacos para robar». Ese día por la mañana «nos robaron en las narices y no supimos reaccionar, después supimos que se trata de un chico reincidente que vive por la carrera de Castilla y que entró con unas bolsas, nosotras no lo conocíamos de nada». Como ellas estaban con unos clientes no se dieron cuenta de que el ladrón llenó sus bolsas. Pero después revisando las cámaras de vigilancia comprobaron que «metía los juguetes dentro de sus bolsas incluso delante de los compradores y después recolocaba las estanterías para que no se echase nada en falta». Incluso se paró a hablar con una de las socias preguntando por un producto sin que nadie desconfiase. Comprobaron que se había llevado un juguete de La Casa de Gabby de unos 35 euros, un coche de Pocoyó de unos 36 y más cosas. 

Din Don abrió el domingo pero el ladrón no debió de enterarse. Y el lunes regresó a primera hora de la tarde con dos bolsas y la misma ropa que el sábado. Según indica Mari Fernández, «le dije que dejase las bolsas y que ya estaba grabado cuando había robado, él me respondía si estaba segura de lo que decía, que yo estaba confundida pero al final me reconoció que vestía así porque no tenía otra sudadera y se escapó». El hijo de Mari lo siguió hasta la plaza del antiguo Concello y allí comprobó que se metió en la librería Galicia. El caco empezó a introducir acuarelas en una bolsa, pero el hijo de Mari se las sacó y le dijo: «Que no se te ocurra volver por la zona». 

Los comercios de Xuvia se han avisado entre ellos ante la posible reaparición de este ladrón. Pero desde Din Don admiten que «de esta vez no lo denunciamos porque hace un año nos entró otra chica a robar con el anorak agujereado para meter las cosas, le quitamos el abrigo y en la Policía Nacional nos dijeron que al quitárselo ya no se podía hacer nada». Según las dueñas, «la recomendación policial que nos dieron en estos casos es cerrar la puerta y retener a la persona hasta que lleguen los agentes, pero a eso no nos atrevemos y después también sabemos que es muy difícil que esta gente se vaya a la cárcel». Para robar en este comercio ha entrado gente «con bolsas grandes, abrigos agujereados para meter muñecas o hasta se han llevado juguetes escondidos en la chepa». Concluye Mari que «es un palo muy grande que entren a robar en estos comercios pequeños y de barrio». 

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