El último rodeo del motero decano de Narón: «Me retiro con 87 años y llevaba 72 sobre dos ruedas»
NARÓN
Ramón Rodríguez Silverio realizó su viaje de despedida junto a sus cinco hijos estas Navidades
04 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Miles de litros de gasolina corren por las venas del naronés Ramón Rodríguez Silverio. Cuando su padre trabajaba en la Marina, él cogía a escondidas su Vespa para recorrer Xuvia. A los 16 años se sacó el carné, en cuanto pudo llevó de paquete a su novia Alicia Otero. En 1963 se compró una Bultaco Metralla de dos caballos y medio, iniciando un recorrido motorizado que le llevó hasta su actual Yamaha Drag Star de 650 centímetros cúbicos. Por el camino se casó con Alicia, tuvieron cinco hijos moteros. Y ahora el jinete decano de Narón se retira del asfalto con 87 años: «Llevaba 72 sobre dos ruedas y dejo a esta gran compañera de vida».
El último rodeo lo llevó estas Navidades a recorrer Valdoviño, Cedeira y Narón con sus hijos: Ramón de 65 años, los gemelos José Manuel y Miguel de 59, Santi de 54 y Carlos de 44. «Les metí el gusanillo de pequeños, fue un orgullo llevarlos en mi última salida, y me emocioné mucho porque encontré antiguos compañeros de Astano que también se emocionaban conmigo, después paramos a comer en O Pozo», aseguraba ayer desde Don Pepe.
Nacido en Neda pero naronés desde los tres años, Ramón (conocido como Moncho) recuerda su Bultaco Metralla roja «como un Mercedes de la época, venía todo el mundo a verla». Nunca fue coleccionista, solo tuvo cuatro motos y la última le dura desde hace 17 años (con 130.000 kilómetros). Trabajó en Bazán, Vaycora y Astano. En esta última inspeccionaba proyectos en el área de garantía de calidad por toda España, y en sus traslados alquilaba motos para recorrer la península. «La moto siempre me rejuvenecía, volvía a ser yo; tuve la gran suerte de que mi mujer montó conmigo hasta los 80 años, bromeábamos diciendo que aquí llegan 160 años en moto», ríe.
«Y ahora ese capítulo se acabó lleno de buenos recuerdos, porque los moteros son muy solidarios tanto en carretera como en luchas sociales», repasa. Participó en marchas con Fojeteiros, a los 76 años aún iba con su mujer motorizados hasta Puerto de Santa María. «Ya no veía a nadie de mi edad, salvo en Estados Unidos (donde tengo familia) que tiene una gran cultura de la Harley Davidson sobre todo entre veteranos de guerra», admite. Pero aún le quedan muchas ilusiones. Prepara un libro de cocina para repartir entre sus seres queridos, con recetas como sus ricos berberechos con patatas fritas. Porque le encanta andar entre fogones: en Nochevieja preparó sopa de marisco para todos sus familiares y en Reyes hará una paella para 28 personas.