Sin ayudas tras las riadas de Neda: «Nos han abandonado, necesitamos cheques para las familias»

Patricia Hermida Torrente
Patricia Hermida NEDA / LA VOZ

NEDA

Los vecinos afectados por las riadas en Neda
Los vecinos afectados por las riadas en Neda CESAR TOIMIL

Los vecinos recuerdan que «en una semana lloverá y el agua volverá a nuestras casas»

25 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Diez días después de las riadas de Neda, los vecinos solo sienten desesperación: «Nos han abandonado, ni el concello ni otras administraciones nos dan ayudas». Parte de las familias afectadas, que ya podrían llegar a 45, se juntaron ayer ante la iglesia de Santa María para «pedir a las administraciones que busquen alternativas como cheques para comprar lo esencial porque lo hemos perdido todo». También solicitan la limpieza de los ríos Basteiro y Belelle, «para la semana llueve y podemos volver a tener agua dentro de nuestras casas».

Indica Jorge López que «hay mucha gente que lo perdió todo y nadie se preocupó por nosotros, queremos ayuda para comprar lo esencial como ropa, calzado o electrodomésticos». El Concello de Neda les puso contenedores y deshumificadores, la empresa Multiocio E.T. de Valdoviño les dio colchones: «Pero no tenemos para empezar una nueva vida». A Mariluz Leal, el agua le arrasó la cocina, nevera, muebles, lavadora, vajilla: «Quedaron as paredes limpas, non se salvou nin a tele porque a auga chegou a 15 centímetros do teito».

Alejandra López perdió ropas, muebles, comida: «A carteira non dá para comprar o que perdiches, necesitamos cheques». María López vive «en casa de forma lamentable, entre paredes con moho y chorreando, sentados en una silla y durmiendo en colchones húmedos, perdimos lo de los caballos, solo nos ayudó mi suegra». Sabe que volverá a llover «y subirá el río, la pasada Nochebuena estuvimos achicando agua».

Y a Alejandro Esperante y a su mujer la riada les dañó dos coches: «El portal voló, el agua se llevó los autos y los frenó una autocaravana, el muro del vecino me cayó a escasos centímetros, me salvé de milagro, llevamos diez días de pico y pala».