Dos décadas de voluntariado eumés

A. F. C. PONTEDEUME / LA VOZ

PONTEDEUME

JACOBO AMENEIRO

El responsable del Protección Civil constata un descenso de los accidentes de tráfico

24 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

En 1997, el Concello de Pontedeume lanzó una convocatoria en busca de voluntarios para constituir una agrupación de Protección Civil. Francisco Saavedra Díaz, eumés de 52 años, había dejado la Marina, trabajaba en el Ayuntamiento y no dudó en apuntarse; igual que Antonio Martínez Allegue y Francisco Durán López. Los tres figuran entre los firmantes del acta fundacional y continúan dedicando parte de su tiempo a este servicio, dos décadas después. Bernardo Abeledo Lourido es otro de los veteranos del grupo, al que se incorporó a los pocos meses.

«En Pontedeume había muchas carencias en materia de emergencias porque entonces el parque de bomberos de referencia era el de Ferrol [aún no existía la autopista] y a Pontedeume le correspondía el Grumir [hoy denominado GES] de Miño», recuerda Saavedra Díaz, jefe de Protección Civil desde hace varios años. Ahora cuentan con 32 voluntarios. «Cada uno aporta el poco tiempo que tiene, no está la gente de guardia en base, cuando surge una emergencia movilizamos a los que pueden sumarse; y dependiendo del tipo de incidencia, hay personas con más o menos formación», explica.

Su trabajo ha ido cambiando con los años. De hecho, Saavedra constata un descenso notable de los accidentes de tráfico. «Los primeros años había muchos, casi todos en la carretera nacional [651], y cuando abrió la autopista también, y ahora se han reducido mucho», indica. Muchos operativos corresponden a incendios urbanos, a los que suelen llegan los primeros, y ahora «con equipamiento específico [del que antes carecían], más medios [disponen de tres vehículos y una embarcación] y más formación, siempre coordinados con los Bomberos del Eume». También intervienen en algún fuego forestal, en caso de vertidos, recogida de animales, emergencias en el mar o en el río, o rescates en las Fragas do Eume; y en los últimos años se ocupan de la retirada de nidos de velutina (ayer eliminaron tres). La agrupación eumesa colabora con las de otros municipios, a través de la asociación que aglutina a las de la provincia. Los momentos más duros se viven «en los accidentes mortales y en algún incendio como el declarado el año pasado en un edificio de la carretera de Centroña», señala Saavedra, que siente un reconocimiento social «cada vez mayor» por la labor de los voluntarios. «Habría que hacerles un homenaje todos los años», recalca.

En los centros escolares

Desde hace unos años, la agrupación eumesa desarrolla un programa en todos los centros educativos del municipio, desde la escuela infantil hasta los institutos de secundaria y formación profesional. Además de colaborar en el simulacro de evacuación, imparten charlas a profesores y alumnos, adaptando los contenidos a los distintos niveles. Cada año eligen una temática y la última ha sido la reanimación cardiopulmonar (RCP). Al principio, los más pequeños, cuando les ven entrar en clase con el uniforme y la máscara, se asustan, pero acaban jugando con los voluntarios.