
Aunque el surf sea el protagonista, muchos acuden atraídos por el ambiente, la comida y las actividades
28 ago 2018 . Actualizado a las 22:24 h.«Lo que nos gusta a nosotros es venir a ver el ambiente y a darnos una vuelta», comenta Cristina Lamas que, con su hijo en brazos mira como otros niños juegan en el skate park infantil situado en el centro de las instalaciones montadas en el aparcamiento de la playa de Pantín para la celebración del Pull&Bear Pantin Classic Galicia Pro. «Llevo viniendo toda la vida y cada año hay más cosas y está mejor organizado, al principio hasta tenías que ver la competición sentado en la arena», recuerda Lamas.
Una enorme cúpula transparente, en cuyo interior se encuentra el bar montado por Estrella Galicia, patrocinador del evento, preside el montaje y separa la zona de los foodtracks de las gradas, aunque algunos prefieren ver la competición tumbados en la hierba. Allí, Mónica García, aficionada al surf, tiene la mirada fija en el mar, donde se estaba celebrando la primera de las pruebas masculinas en la que «participan un par de amigos». «Llegamos hace un rato y es la primera vez que venimos, pero la verdad es que está muy guay», comenta García que igual que Pablo Vivero, Teo Gallego, Víctor Beloso y Lucas Canles, esperaron al comienzo de la competición oficial para pasarse por Pantín. «Es cierto que el ambiente está bien», comenta Vivero, pero para él y sus amigos «el surf y la competición es lo verdaderamente importante».
Sin embargo, la tienda instalada por Pull&Bear y su línea de ropa diseñada especialmente para el Pantin Classic, parece haber robado parte del protagonismo a los surfistas. «El primer día fue una auténtica locura y había una cola enorme para entrar en la tienda», explica Celia Muñoz de Morales, una de las dependientas que ya trabajó en la tienda móvil en la pasada edición del Pantin Classic. «Este año estamos teniendo mucha más gente que el año pasado, de hecho nos faltan tallas de muchas de las prendas», afirma.