El exdirector del Fondo Monetario Internacional (FMI) Dominique Strauss-Kahn quedó ayer en libertad tras dos días detenido por su supuesta implicación en una red de proxenetismo, aunque fue convocado de nuevo ante el juez para el 28 de marzo para ser inculpado.
Ayer, Strauss-Kahn, de 62 años, salió en su vehículo de la Gendarmería de Lille y puso rumbo a París. Su abogada, Frédérique Baulieu, explicó que respondió «de forma serena al conjunto de las preguntas que le hicieron los agentes» y recordó que fue él quien pidió ser interrogado.
«Está muy satisfecho de haber podido explicarse. Ahora, el caso está en manos de los jueces instructores», indicó la letrada, que consideró «una buena cosa» que no se hayan formulado cargos contra su cliente.
Pero, según fuentes judiciales, el exresponsable del FMI tendrá que volver a comparecer ante los jueces que instruyen el caso de presunto proxenetismo y desvío de fondos el 28 de marzo, y decidirán entonces si lo procesan. Strauss-Kahn está envuelto en este caso por haber participado en correrías sexuales organizadas por amigos y dos empresarios franceses. El exministro ha reconocido haber participado en las fiestas, pero dice que ignoraba que las chicas fuesen prostitutas, pues se las «presentaron funcionarios de policía».
Una versión que corroboran la mayor parte de los testigos interrogados hasta ahora por los investigadores, incluidos los ocho procesados. Pero, según el semanario Le Point, una prostituta afirmó que Strauss-Kahn intervino para que ella obtuviera un visado.