«Él a Pontevedra quiere ir como sea», dice el apoderado de Enrique Ponce, Victoriano Valencia. Pero la última palabra la tendrá su médico. La rotura fibrilar que sufrió el torero de Chiva el pasado fin de semana al entrar a matar a su primer toro en Valencia pone en más que serias dudas su participación en la primera de feria de la Peregrina, donde es un fijo desde hace casi veinte años.
«Está a tratamiento y hasta dentro de un par de días no sabremos definitivamente si podrá estar en Pontevedra -agregó ayer su apoderado- . Lo están tratando con ultrasonidos y corrientes». Valencia reconoció que esta lesión tarda en curar cuatro semanas, pero al mismo tiempo señaló que Ponce «guarda muy buenos recuerdos de Pontevedra y querría estar ahí. Todo depende de lo que diga el médico».
El empresario de la plaza, Eduardo Lozano, confirmó que está a la espera de que mañana o el jueves el torero le dé una respuesta definitiva. En la recámara por si finalmente falla está el diestro andaluz Daniel Luque, que triunfó en sus dos últimas apariciones en Pontevedra y que precisamente tiene un festejo en A Coruña para el viernes, día 3. «En principio creo que no tiene nada para el sábado, pero de todas formas vamos a esperar por Ponce, que si nos ha dicho que espere, es porque tiene una esperanza de poder venir», señaló.