Dos jóvenes de Abegondo hurtaron en casas de vecinos y en los cepillos de los templos de Figueroa y Sarandós
15 ago 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Ya no son unos angelitos. Tienen 18 años y poco queda de aquello que oyeron predicar en su etapa de monaguillos. Dos jóvenes de Abegondo han ampliado sus antecedentes delictivos con el asalto reiterado a las iglesias en las que colaboraban de niños. El párroco, José Manuel Quintáns Pardal, reconoce que, si bien se les ha atribuido claramente otra serie de robos recientes en casas donde fueron pillados con las manos en la masa, aún conserva la esperanza de «que no sean ellos los que entraron a robar en el templo». «De hecho, después de notar que desaparecía el dinero, puse unas cámaras, pero no se distingue muy bien», justifica el sacerdote. «De pequeños eran excelentes», recuerda el cura, al que le sustrajeron unos mil euros.
Pero los dos jóvenes parecen haberse desviado de la senda correcta. Varios vecinos de la parroquia de Figueroa denunciaron el robo de enseres en algunos casos por valor de 1.500 euros. Pero uno de ellos los descubrió cuando, después de abandonar su casa, volvió de inmediato para recoger algo que había olvidado. Se encontró entonces con los dos jóvenes, uno de los cuales optó por ponerse las gafas de sol Armani del propietario de la casa para ocultarse y salir corriendo. Además, los dos ladrones también hurtaron joyas a sus propias progenitoras, para venderlas posteriormente. La Guardia Civil de Abegondo, que realizó las detenciones, pudo recuperar dos anillos muy modificados de una vecina.