Las leyes son como las mujeres

Fernanda Tabarés
Fernanda Tabarés OTRAS LETRAS

FIRMAS

07 oct 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La civilización ha levantado un dique contra los excesos por la vía de lo políticamente correcto. Es cierto que en su interior se agazapan muchas veces los hipócritas y que su aplicación hiperbólica resulta ridícula e irritante. Pero, en realidad, bajo ese bautismo dialéctico no hay más que un código de comportamiento vinculado a la forma en la que por aquí entendemos las relaciones sociales. En los artículos de ese código también está escrita la forma adecuada de responder a la afrenta, que hoy no se resuelve descargando una pistola de duelo al amanecer sino más bien vía Twitter, en donde las bofetadas se organizan en bandadas, como los estorninos. Es lo políticamente correcto lo que ha organizado el escarnio en torno al exdiputado gallego Castelao Bragaña, aquel que determinó que «las leyes, como las mujeres, están para violarlas». Solo por librarnos de tipos así, alabemos la aplicación de esa norma tácita que tantas veces empalaga. Es cierto que, aunque no los escuchemos, hay muchos individuos de esta misma estirpe, fulanos que el viernes celebraron a Castelao por ocurrente y corajudo, gachós para los que las mujeres son poco más que recipientes con rímel. Pero es un alivio que en este momento de la historia se penalicen comentarios así y que quien los realice tenga que soportar su ratito de vergüenza. Conviene valorar que la reacción sea unánime porque lo políticamente correcto es en realidad un síntoma de salud colectiva que se practica cuando nos lo podemos permitir. Que se lo digan a esos chicos tan majetes de la república independiente de tu casa que han borrado a las señoras de su catálogo en Arabia Saudí.